La investigación realizada por científicos británicos no determina si internet causa depresión o si la gente deprimida se ve arrastrada hacia la red.
Londres.La gente que pasa mucho tiempo navegando en internet es más propensa a mostrar síntomas de depresión, dijeron el miércoles científicos británicos.
Sin embargo, no está claro si internet causa depresión o si la gente deprimida se ve arrastrada hacia la red.
Psicólogos de la Leeds University hallaron lo que calificaron como "notables" pruebas de que algunos ávidos usuarios de internet desarrollan hábitos compulsivos en los que reemplazan la interacción social en la vida real con los chats y sitios de redes sociales.
"El estudio refuerza las especulaciones públicas de que la participación en páginas web que sirven para reemplazar las funciones sociales normales podrían estar relacionadas con desórdenes psicológicos como la depresión y la adicción", dijo Catriona Morrison, líder del estudio publicado en Psychopathology.
"Este tipo de navegación por internet adictiva puede tener un serio impacto en la salud mental", agregó.
En el primer estudio a gran escala de jóvenes occidentales para observar este problema, los investigadores analizaron el uso de internet y los niveles de depresión de 1.319 británicos de entre 16 y 51 años.
De este total, un 1,2 por ciento era "adicto a internet", concluyeron.
Este grupo pasó proporcionalmente más tiempo buscando gratificación sexual en páginas web y usando juegos online y redes sociales, dijo Morrison.
Los "adictos a internet" también tuvieron una mayor incidencia de depresiones entre moderada y severa que los usuarios normales.
"El uso excesivo de internet está asociado con la depresión, pero lo que no sabemos es qué viene primero: ¿la gente deprimida se ve arrastrada a internet o es internet lo que causa la depresión?", se preguntó Morrison.
"Lo que está claro es que para un pequeño subgrupo de personas, el uso excesivo de internet podría ser una señal de advertencia de tendencias depresivas", sostuvo.
Morrison destacó que aunque los clasificados como "adictos" conforman apenas el 1,2 por ciento, la cifra es mayor que la incidencia de los adictos a los juegos de azar en Gran Bretaña, que es de alrededor del 0,6 por ciento.