Causada por el parásito Leishmania infantum, se transmite al humano por la picadura de hembras flebótomas que se alimentan de mamíferos infectados, particularmente perros. En zonas endémicas, es un problema de salud pública (unos 3.000 casos en Brasil, con 10-20% de mortalidad).
Una sola dosis oral del compuesto fluralaner es eficaz para matar flebótomos, parásitos que transmiten la leishmaniasis y que se alimentan de perros tratados, hasta 45 días después del tratamiento. Así concluye un ensayo clínico liderado por ISGlobal, centro impulsado por la Fundación Bancaria “la Caixa”.
Los resultados respaldan el uso de insecticidas orales en perros como estrategia para el control de la leishmaniasis visceral en zonas endémicas.
Causada por el parásito Leishmania infantum, se transmite al humano por la picadura de hembras flebótomas que se alimentan de mamíferos infectados, particularmente perros. En zonas endémicas, es un problema de salud pública (unos 3.000 casos en Brasil, con 10-20% de mortalidad).
Sin embargo, las estrategias probadas hasta ahora para reducir la transmisión del parásito –incluyendo el sacrificio de perros infectados, el uso de collares con insecticidas o el uso de insecticidas tópicos– han tenido un impacto limitado.
En cambio, la administración oral de insecticidas a perros de la comunidad podría ser un método eficaz para reducir la transmisión del parásito, como indica un modelo matemático desarrollado y publicado por el equipo de Albert Picado, investigador de ISGlobal.
Un insecticida común
En este estudio, Picado y su equipo pasaron del modelo al ensayo para evaluar el impacto potencial de dicha estrategia. En colaboración con investigadores de la Universidad de Zaragoza, probaron el efecto de una dosis oral de fluralaner –un insecticida comúnmente usado en mascotas contra pulgas y garrapatas– sobre la supervivencia de flebótomos que se alimentaron de perros tratados o no tratados.
Los resultados del ensayo clínico muestran que la mortalidad de flebótomos que se alimentaron de perros tratados con una pastilla masticable de fluralaner fue entre el 100 y 89% hasta 45 días después del tratamiento (comparado con una mortalidad entre el 4 y 10% para los que se alimentaron del grupo no tratado). Después de los 45 días, la eficacia del medicamento disminuyó por debajo del 65%.
“Estos resultados indican que el uso comunitario de fluralaner y otros compuestos parecidos aprobados para perros puede representar una estrategia de control de leishmaniasis visceral en zonas endémicas”, apunta Picado.