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Un panorama hacia el futuro de la educación
Martes, Marzo 1, 2016 - 08:11

Por Fernando Valenzuela Migoya, presidente de Cengage Learning para América Latina.

El día de hoy se publicó el estudio NMC Horizon Report Higher Education 2016, que como cada año reúne a expertos en educación para presentar el panorama, en un horizonte de 5 años, de la educación frente a los retos y el impacto de las últimas tendencias del uso de la tecnología para el aprendizaje en la educación superior. En
esta ocasión, el reporte abordó temas de gran relevancia para el mundo del aprendizaje en el siglo XXI, que van desde el emprendimiento educativo, el aprendizaje formal e informal, el uso de realidad virtual aumentada, hasta la personalización en el proceso educativo.

De acuerdo con el reporte, la educación enfrenta retos con distinto nivel de complejidad. Entre los retos de menor complejidad, se destaca la necesidad de ligar el aprendizaje formal e informal, promoviendo el aprendizaje en cualquier ambiente y en cualquier lugar. Tener presente que el aprendizaje no se encuentra relacionado con un espacio, un momento o un sistema nos permitirá lograr que las fronteras del aula no sean las fronteras del aprendizaje, que se creen entornos enriquecidos de aprendizaje que logren atrapar a los estudiantes con contenido de alta calidad, entendiendo sus motivaciones como nativos digitales.

De acuerdo a un análisis regional de la integración de las TIC en la educación en América Latina y el Caribe, 31 de los 38 países (82%) han adoptado, por lo menos, una definición formal respecto a las iniciativas que utilizan las TIC en educación y si bien la disponibilidad de material informático varía en función de los recursos y la infraestructura del país, han surgido casos exitosos como el de Uruguay donde hoy en día cada alumno dispone de un ordenador, gracias a la práctica de políticas públicas.

Por otra parte, una de las principales tendencias que impactan a largo plazo el desarrollo de la educación, según el reporte de NMC Horizon 2016, es la evolución de la cultura innovadora. No hay duda que el impacto en los últimos cuatro o cinco años de las iniciativas para mejorar los servicios educativos en el mundo, se han vuelto
cada vez más y más populares por la proliferación de mentes innovadoras y espíritus emprendedores en la educación. América Latina es actualmente un centro relevante para la innovación educativa donde los emprendedores en la educación, mejor conocidos como ‘edu-preneurs’, están centrados en mejorar no solo el acceso a la educación, sino también la calidad y la aplicabilidad a las oportunidades de empleo actuales y futuras.

El reto que las universidades deben considerar es el de crear espacios y programas que permitan la flexibilidad del pensamiento creativo y el espíritu emprendedor. Una muestra de la Innovación Educativa en la región se suscitó el pasado mes de noviembre de 2015 cuando se llevaron a cabo los premios GESA 2015 (Global EdTech Startups Awards), una competencia a nivel mundial que distingue precisamente a los emprendedores en el sector educativo. De las 350 empresas participantes, 29% provino de América Latina, destacando Colombia como máximo representante de la región, con 43 participantes, mientras que Chile, Brasil y México estuvieron presentes con 15, 14 y 10 empresas, respectivamente.

Es claro que la educación requiere un espacio de innovación, de gobernabilidad, de medición y de integración, en el que todas las voces, empezando por la del estudiante, deben ser escuchadas, rompiendo las fronteras entre lo público y lo privado, lo moderno y lo tradicional, lo tecnológico y lo pedagógico. Por otra parte, el uso de nuevas
tecnologías y la innovación permitirán mayor acceso a la educación en todos los estratos sociales. De acuerdo al Banco Mundial, es cierto que se ha duplicado el número de universitarios en la América Latina, los cuales pasaron de un 20% en 2000 a un 40% en 2010, sin embargo, las condiciones no han sido iguales para todos; ya
que sólo 10% de los jóvenes más pobres va a la universidad frente al 50% con mejor situación económica.El aprendizaje del siglo XXI, requiere cambios fundamentales en el rol del profesor y el alumno, donde el profesor debe parecerse más a un curador de museos o galerías, pues ya no es único dueño del contenido ni el que
necesariamente sabe más, pero sí la guía del estudiante a que la experiencia sea relevante y con mediciones permanentes.

Hoy por hoy, lo que considero fundamenta es mantener a los estudiantes enganchados con contenidos de buena calidad. El que los estudiantes no se sientan atraídos para ir a la escuela es una de las principales razones por las que uno de cada cinco jóvenes de Latinoamérica sea un “NI-NI”, chicos que no estudian ni trabajan. En la región este grupo representa más de 20 millones de personas pese a la expansión económica y la reducción en la pobreza. Si logramos tener estudiantes inmersos en experiencias interactivas personalizadas que les permita desarrollar habilidades relevantes para su inserción en el mundo laboral donde el uso de la tecnología se convierta en un facilitador del aprendizaje, esto permitirá poner las bases de un nuevo modelo para la educación del futuro.

Autores

Fernando Valenzuela