Regalar una cesta a las embarazadas para que los recién nacidos duerman en ellas, disminuye el índice de mortalidad por asfixias y enfermedades infecciosas en lactantes.
El Espectador. Desde la década de los 30 el estado de Finlandia ha tenido una política que ha sorprendido a muchos: regalar una caja de cartón a las mujeres embarazadas para que, una vez el bebé haya nacido, la misma pueda servir como cuna o cama del pequeño o pequeña. Tal iniciativa logró posicionar a Finlandia como uno de los países con la tasa de mortalidad infantil más baja y que ahora se está esparciendo alrededor del mundo.
Claro, la caja también viene acompañada de pijamas, ropa, productos para el baño, pañales y un colchón pequeño. En eso radica parte de su éxito. Sin embargo, lo que más ha extrañado a los finlandeses y a los países que han replicado esta iniciativa, es que una simple caja demostró solucionar problemas que van desde prevenir enfermedades infecciosas hasta sacar el bebé de las camas de sus padres, donde hay mayor riesgo de asfixia.
Cautivados por el éxito de esta medida, en el 2014, tres padres finlandeses crearon una empresa para distribuir las cajas en otros países. Una decisión privada a la que se sumaron dos mujeres en Estados Unidos y una compañía en Reino Unido.
De hecho, el año pasado, el gobierno de Ciudad de México también importó la idea de cajas para bebés y creó el proyecto “Cunas CDMX”. Con esto, se busca ayudar a 10.000 madres, hacerle seguimiento a los embarazos de bajos recursos y disminuir la mortalidad infantil en la ciudad.
En Sudáfrica los emprendedores que adaptaron la idea prefirieron entregar una caja de plástico, pues también cumple la función de una bañera y previene el aumento de enfermedades infecciosas. Además, según reveló un estudio piloto de la Universidad de Stellenbosch, la “Caja Thula Baba”, como le llamaron en este país, motivó a las madres a asistir a los chequeos médicos con mayor frecuencia.
Según explicó el periódico BBC, este aumento de controles reducen el riesgo que una madre VIH positivo muera durante el parto y disminuyen la posibilidad de que el virus pase a los bebés, por lo que la caja también es considerada como una aliada contra el Sida.
Además, en otros países, según la necesidad de la población, la caja para bebés ha sido rediseñada con sus propios accesorios. Es así como en Jagadiya, India, las cajas del proyecto “Barakat Bundle” incluyen un mosquitero para que a los bebés no los piquen los mosquitos.
En Estados Unidos, actualmente, son varios los proyectos con cajas de bebés que se encuentran en desarrollo. Sin embargo, el que más alcance busca tener es uno que se lanzará en Texas este año, donde cuatro hospitales empezarán a entregar cajas a las embarazadas.
En el 2013, Texas tuvo una alta tasa de mortalidad de recién nacidos, con un 7,1% de muertes por cada 1.000 nacimientos. Por eso se cree que las 36.000 cajas que serán entregadas evitarán que los bebés duerman en la misma cama que los padres, por lo que se reducirá la muerte por asfixia.
Según explicó Colin Pritchard, profesor de la Universidad de Bournemouth, a BBC, detrás del éxito de las cajas de cartón hay una explicación teórica. Al tener un lugar propio donde dormir, los casos del síndrome de muerte súbita del lactante –la famosa asfixia– pueden reducirse. Sin embargo, según aclaró el experto, otros efectos marginales, como el alivio de pobreza a través de la ayuda, hace que los padres dejen de fumar, mejoren la educación y el cuidado prenatal. Incluso, se ha dicho que –en el caso de Finlandia– saber que todos reciben una caja similar otorga una base igualitaria simbólica, pero compartida, entre distintos grupos de ingreso y clases socioeconómicas. Cierto o no, se trata de una fórmula que ha comprobado reducir el índice de mortalidad de los bebés alrededor de mundo.