Por Álvaro Contreras Villaseñor, cardiólogo clínico y cardiólogo intervencionista. Se desempeña en el Centro médico ABC, y es egresado del Instituto Nacional de Cardiología de México.
Este 17 de mayo se celebra el día mundial de la hipertensión, una de las enfermedades con mayor impacto en la salud en la actualidad, afectando a cerca de mil millones de personas y causando 9,4 millones de muertes a nivel mundial.
La hipertensión es una enfermedad letal, silenciosa e invisible, que si no es diagnosticada y controlada puede pasar muchos años inadvertida, ya que en las primeras etapas de la enfermedad no suele ocasionar síntomas. Esta característica ha propiciado que se la conozca con el sobrenombre del “asesino silencioso”.
Históricamente se consideraba que la hipertensión era una enfermedad que afectaba principalmente a países desarrollados, pero esta no es la realidad actual. Hoy en día supera a las enfermedades infecciosas como causante de muerte en países en desarrollo. En la región latinoamericana la hipertensión es cada vez más frecuente, se estima que el 30% de la población mayor de 20 años la padece y entre quienes la padecen, solo uno de cada cinco pacientes logra obtener un control adecuado de la enfermedad.
Existen distintos factores que contribuyen a que la hipertensión vaya en aumento:
- Envejecimiento de la población
- Estilos de vida no saludables (sedentarismo, elevado consumo de grasas y sal, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol)
- Sobrepeso y la obesidad
La buena noticia es que es posible desacelerar y controlar el problema de la hipertensión con medidas básicas. Una de las más importantes es la detección temprana. Para ello, se recomienda que toda persona mayor de 18 años se haga el chequeo médico correspondiente. La detección temprana permite un diagnóstico oportuno y brinda la posibilidad de recibir el tratamiento apropiado, el cual es muy efectivo si se complementa con ejercicio y dieta saludable. Al mantener la hipertensión bajo control, se reduce la posibilidad de complicaciones y se mejora sensiblemente la calidad de vida.
Se recomienda que todas las personas mayores a 18 años acudan cada dos años a que el personal de salud les mida la presión arterial, pero en quienes están en riesgo de padecerla o sufren alguna enfermedad, la medición debe ser más frecuente.
Para poder diagnosticar a un paciente como hipertenso se deben obtener 2 mediciones ambulatorias de la presión en las cuales se registre una presión igual o mayor a 140/90mmHg. Una vez que el paciente es diagnosticado como hipertenso será clasificado por el médico en hipertensión primaria (o esencial) o hipertensión arterial secundaria.
La hipertensión primaria es la más frecuente y se caracteriza por no tener una sola causa que la desencadene. Sin embargo sí existen múltiples factores de riesgo relacionados con ella, tal como lo comentamos previamente, además de padecer enfermedades como diabetes mellitus y colesterol elevado. La hipertensión secundaria es mucho menos frecuente y es aquella que se relaciona con una enfermedad o proceso específico como puede ser el consumo de drogas, enfermedades específicas del riñón y de las arterias del cuerpo, además de algunos tipos de tumores.
La hipertensión arterial se asocia con un gran número de complicaciones, como son la insuficiencia renal, el infarto agudo al miocardio y hemorragia cerebral. Es importante recalcar que la probabilidad de que aparezca alguna de estas complicaciones aumentará conforme se incrementen el descontrol de la presión arterial, de allí la importancia de tener un control adecuado de la presión arterial. De hecho, todos los pacientes menores a 60 años de edad con presiones mayores a 140/90 mmHg y todos los pacientes mayores a 60 años con presiones mayores a 150/90 mmHg deben realizar modificaciones de su estilo de vida y recibir tratamiento farmacológico.
¿Qué podemos hacer para disminuir las cifras de presión arterial?
Las modificaciones del estilo de vida que logran disminuir los niveles de presión arterial son:
- Alimentarse sanamente
- Reducir el consumo de grasas y de sal
- Bajar de peso; una reducción de 2 Kg en pacientes con sobrepeso obtiene beneficios en el control de la presión arterial
- Consumir alcohol moderadamente
- Realizar actividad física, independientemente de la edad se recomienda que las personas caminen por lo menos 30 minutos diarios
Estas medidas contribuyen a reducir las cifras de presión arterial; si no son suficientes, se debe de iniciar tratamiento farmacológico. Existe una gran variedad y opciones de medicamentos antihipertensivos; en todos hay ventajas y desventajas, por lo que el tratamiento farmacológico de la hipertensión debe de ser iniciado por el médico quien debe tomar en cuenta las características propias del paciente y su contexto sociocultural. Por ejemplo, el estilo de vida y las enfermedades que padece de forma que se optimice el perfil de seguridad y beneficio del medicamento.
¿Qué pueden hacer los países?
Los países del continente americano adoptaron el compromiso de conseguir que para el año 2019, el 35% de las personas con hipertensión tengan la presión arterial dentro de metas de control, además de ello la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud llevan a cabo un proyecto para reducir la prevalencia de la hipertensión en un 25% para 2025. De acuerdo a esto, diversos países han implementado políticas de salud pública dirigidas a reducir los riesgos de desarrollar hipertensión arterial, como el Programa “-Sal +Salud” en México, “PIUREC” en Uruguay y “Menos Sal, más Vida”, implementado por el Ministerio de Salud de Argentina.
La iniciativa en Argentina está basada en tres componentes: concientización de la población sobre la necesidad de disminuir el consumo de sal, reducción progresiva del contenido de sodio en alimentos procesados e implementación de regulaciones a la industria gastronómica sobre la oferta de sal y advertencia de cantidad de sodio en menús. La estrategia ha logrado una reducción promedio en el consumo de sal de 2.02 gramos por día y una caída del 6% en las ventas de sal de mesa, evitando así 4040 muertes por año.
Estos esfuerzos intersectoriales dirigidos a reducir el consumo de sal en la población y otros, como el proyecto mundial de tratamiento estandarizado de la hipertensión del cual Barbados y Malawi son países piloto, buscan enfrentar con eficacia los factores de riesgo de la hipertensión. Estas iniciativas resaltan la importancia de implementar acciones coordinadas entre los gobiernos, la sociedad civil y los sectores productivos y de servicios, con el objetivo común de lograr un beneficio directo en la salud de la población.
La hipertensión arterial sistémica es una de las enfermedades con mayor afectación de la salud a nivel mundial de nuestra actualidad, sin embargo la detección temprana y el tratamiento adecuado de la misma logra prevenir el desarrollo de complicaciones.
*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Gente Saludable del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).