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Una hora de deporte por una de estudio puede cambiar vidas
Viernes, Septiembre 19, 2014 - 12:26

Malala Academia es un emprendimiento que promueve la educación y los valores a través de las artes marciales.

“Los negocios con enfoque social sí pueden generar ganancias” y “sí se puede cambiar al mundo con una idea” son dos frases que bien pueden resumir la misión de Unreasonable y los proyectos que acelera.

Uno de los proyectos ‘irrazonables’ que apoyó durante cinco semanas esta aceleradora es Malala Academia, un emprendimiento que promueve la educación y los valores a través de las artes marciales.

Malala Academia ofrece a los niños en un mismo lugar espacio para clases de artes marciales que se pueden pagar con clases para desarrollar habilidades para la vida. Allí sucede un intercambio: cada hora de estudio equivale a una hora de entrenamiento deportivo sin costo alguno.

En entrevista con Dinero en Imagen, el equipo de Malala explicó que "la idea de que sea un intercambio es que el niño no dependa de un ingreso, sino de darle el poder de que él mismo tenga la capacidad de pagar un servicio con su esfuerzo y con su disciplina".

Malala no tienen ningún interés en competir contra la escuela, pues brinda clases muy distintas a las del sistema educativo nacional; éstas son sólo herramientas y funcionan como pago: "(nosotros desarrollamos) habilidades para la vida, por ejemplo clases de pensamiento lógico-matemático, habilidades de lecto-escritura, trabajo en equipo, liderazgo, visión de futuro, etc.", destacaron.

Y es que Culiacán, Sinaloa, el municipio donde opera Malala, es uno de los más altos en delincuencia, al menos en aquel estado.

Ante el riesgo de que estos niños entren al mundo de las drogas o el alcoholismo, Malala quiere “empoderar al niño, desde el momento en que él puede adquirir el servicio y herramientas para que pueda ser algo diferente el día de mañana".

Pero, ¿cómo es que un proyecto social puede generar ganancias?

En el caso de Malala cada niño tiene un padrino que se compromete a cambiar su futuro; actualmente el centro cuenta con alrededor de cien padrinos que cubren la cuota mensual de 250 pesos por uso de instalaciones y clases.

Eso no es todo, además de financiarse así, al inicio y al término del día las instalaciones de Malala están abiertas al público en general que paga su mensualidad como en cualquier gimnasio.

Desde su creación en diciembre de 2013 y hasta el momento, Malala ha impactado a 160 niños; por ahora el siguiente paso es buscar empresas a las que les pueda interesar su modelo desde el punto de vista de responsabilidad social y que deseen que el centro atienda a los hijos de sus trabajadores y a la comunidad donde operan.

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Dinero En Imagen