Similar a una máquina de Nespresso, pero en lugar de dar café, lee la información del cuerpo y produce una cápsula de vitaminas y micronutrientes que el cuerpo necesita.
Los avances tecnológicos de los últimos años han revolucionado la forma en que vemos el mundo, han sido tan grandes que en los próximos años se espera llegar a Marte; sin embargo, aún existen problemas más latentes que no se han resuelto, como la desnutrición.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 800 millones de personas padecen hambre cada día, pero la malnutrición también abarca 42 millones de niños y 1.900 millones de adultos del mundo que tienen sobrepeso u obesidad.
Actualmente más de 3 billones de personas sufren algún tipo de deficiencia de micronutrientes, menciona Constanza Gómez-Mont, socia fundadora de Nutrigene.
En el marco de INCmty High Impact Entrepreneurship Summit 2017, evento enfocado a inversionistas e innovadores del ecosistema emprendedor de alto impacto, la empresaria habló sobre el uso de la tecnología para impactar en la sociedad. “No sólo hay que hacer planes para llegar a Marte, sino utilizar estas herramientas para solucionar los problemas básicos, como la nutrición”.
A fin de tratar de resolver esta problemática, en la cual 45% de las muertes de niños menores de cinco años son a causa de malnutrición, la mexicana Constanza Gómez-Mont y tres personas más de diferentes nacionalidades, Perú, Estados Unidos y Canadá, crearon Nutrigene, startup de biotecnología que busca democratizar la nutrición.
La empresa se consolidó durante una estancia en Singularity University, instituto fundado por Google y la Nasa, y buscan democratizar el acceso a la nutrición y eliminar la deficiencia de micronutrientes a partir de un biorreactor portátil.
Expreso de vitaminas
“Imagina que es como una máquina de Nespresso que tienes en casa, pero en lugar de obtener café lee la información del cuerpo y produce una cápsula de vitaminas y micronutrientes que el cuerpo necesita, de esta forma no se depende de una empresa externa que provea vitaminas”, mencionó en entrevista Constanza Gómez-Mont.
Con la máquina, las comunidades rurales o de escasos recursos ya no tendrán que esperar a que las organizaciones lleven los micronutrientes, sino que tendrán su propio biorreactor que lea las necesidades de cada integrante de la familia y produzca los suficientes.
Además, el biorreactor es 100 veces más barato que las soluciones que hay en el mercado, precisó Constanza Gómez-Mont y dijo que esto es posible porque se usa biología sintética para crear microorganismos. Además la innovación ataca los altos costos de distribución que tienen las agencias internacionales para llevar estas vitaminas a las comunidades lejanas.
“Cada cápsula tiene una duración de seis meses, una producción constante de vitaminas y minerales”. La idea es llevar esta máquina a las comunidades, donde en una segunda etapa se crearán microempresarias para que puedan producir y vender las vitaminas.
El biorreactor está en etapa beta en Estados Unidos, donde a un grupo de personas se les entregan cartuchos con vitaminas personalizadas a sus necesidades y se espera que dentro de dos o tres años, ya que el producto cuente con todos los sistemas de seguridad, se lleve a las comunidades de escasos recursos.
Nutrigene fue seleccionada por la ONU en el programa de alimentación como uno de los posibles pilotos para trabajar con la organización y combatir la desnutrición.