Este nuevo sistema podría hacer, con mejores resultados, en una hora lo que hoy se hace en tres días de cultivo de sangre.
Cluster Salud. Las infecciones sanguíneas son un problema en su detección. Los métodos regulares para diagnosticar una infección implican un cultivo que demora días y solo detecta los patógenos en menos del 30% e los pacientes con infecciones fulminantes. Mientras, los biomarcadores para analizar inflamación elevada no pueden detectar una causada por patógenos de una inducida por otros motivos como un trauma. Pero una nueva publicación en eBioMedicine presentó lo que podría ser una mejor opción.
Un nuevo diagnóstico ensayado por un equipo de Wyss Institute dirigido por Donald Ingber, permite diagnosticar en cerca de una hora si un paciente tiene una infección sistémica. Con esto, podría agilizarse la hospitalización de los que necesitan de una terapia más fuerte.
De acuerdo a los estudios realizados, el ensayo podría servir como diagnóstico extra para determinar el éxito de tratamientos con antibióticos y tratamientos de sepsis como la diálisis. Según Ingber, el sistema utilizado distingue si hay inflamación por infección y detecta las etapas tempranas de infección previas a la sepsis.
En un grupo de pacientes en sala de emergencia con sospecha de sepsis, el ensayo demoró una hora en determinar el 85% de los casos con sus síntomas, y no informó falsos positivos. Para comparar con el sistema tradicional, los cultivos de sangre solo detectaron el 18% de los casos con patógenos.
La prueba se basa en FcMBL, una proteína creada con ingeniería genética desarrollada por Ingber junto a Michael Super, un científico senior del instituto Wyss. En trabajos previos, incluso lo han utilizado en un dispositivo similar a la diálisis que extrae patógenos y en un método de recuperación rápida de patógenos infecciosos a partir de muestras clínicas complejas para permitir su identificación.