El cuerpo puede absorber la vitamina D mediante los rayos solares, pero es importante complementarla con alimentos.
La vitamina D es fundamental para un buen funcionamiento del organismo, pues ayuda a mantener una salud ósea y dental óptima, debido a su participación en la regulación de calcio y fósforo en el cuerpo.
Se le conoce como “la vitamina del sol”, debido a la capacidad del cuerpo para absorberla mediante la radiación solar.
Sin embargo, se tendría que exponer el cuerpo por al menos 20 minutos al sol para lograr captar un nivel aceptable de este micronutriente, lo cual implica riesgos para la piel.
“Al usar bloqueador solar, se limita la captación de vitaminas”, explica Carlos Anleu, Category Manager de GNC.
Son pocos los alimentos ricos en vitamina D, entre estos el atún y el salmón; en menor cantidad, la yema de huevo, el queso, el hígado de res y champiñones.
Su deficiencia está relacionada a riesgos de fracturas.
En años recientes, varios estudios han demostrado que los niveles reducidos de vitamina D podrían predisponer al organismo a hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca congestiva, inflamación crónica de los vasos sanguíneos y alteración de los niveles hormonales para aumentar la resistencia a la insulina, que incrementa el riesgo de diabetes.