Entre las pérdidas de la colección, destaca un cráneo de unos de los esqueletos más antiguos encontrados en América.
Brasil se lamentaba el lunes por el incendio que destruyó su Museo Nacional, un edificio histórico que carecía de un sistema de rociadores hídricos y sufría tras años de abandono financiero, lo que convirtió su destrucción en una "tragedia anunciada".
La fachada amarillo pastel del otrora Palacio Imperial seguía en pie en la mañana del lunes, pero un vistazo a través de sus gigantes ventanales revelaba un interior sin techo, con pasillos ennegrecidos y vigas carbonizadas y humeantes. De vez en cuando, los bomberos salían con una vasija o un cuadro que habían logrado rescatar. Las autoridades afirmaron que la causa del incendio, que comenzó en la noche del domingo, se desconoce aún.
Investigadores, estudiantes y trabajadores del museo, donde se teme que hayan quedado destruidos 20 millones de archivos, se congregaban en pequeños grupos a las afueras del devastado edificio, consolándose unos a otros y secándose las lágrimas.
Adiós Luzia
Aunque 20 millones de objetos es una cifra preocupadamente alta y difícil de rastrear, hay algunos elementos clave de la colección del museo que son clave en la tradición científica e histórica del país. Una de las pérdidas ya confirmadas, y una por las que más se temía, es la que alguna vez se consideró la mujer más antigua de América: Luzia.
Se trata de un cráneo encontrado en 1975 en Minas Gerais por la arqueóloga Annette Laming-Emperaire. Al estudiarse los restos de Luzia, se determinó que tenía una antiguedad de 11.500 años, convirtiéndola en uno de los esqueletos más antiguos del continente. Aunque hoy, el trono de "La más antigua" lo tiene la llamada Eva de Naharon, encontrada en Yucaran México y que tiene al menos 13.600 años.
Según reportó BBC, los restos fueron exhibidos por primera vez en 1999 y eran el emblema de la teoría de Walter Neves. Según su planteamiento, América habría sido colonizada por dos grupos biológicamente diferentes, uno de ellos llegando hace 14.000 años con morfología similar a la de los australianos y africanos actuales. Entre ellos, habría estado Luzia, que destacaba por no tener una morfología mongoloide.
Según explicó el brasileño Neves a la revista Pesquisa en 2012, hace 12.000 años habría llegado el segundo grupo con características asiáticas, que podrían ser ancestros de los indígenas actuales.
Luzia, que habría sido una mujer de unos 1,5 metros y menor de 20 años, hoy ha muerto por segunda vez.
A quién culpar
El incendio agitó las emociones en Brasil, cuyo irritado electorado sufre ya por una frágil economía, la corrupción generalizada y un aumento de la violencia antes de las impredecibles elecciones presidenciales de octubre.
El subdirector del museo, Luiz Duarte, dijo a Globo TV que la institución fue descuidada por los sucesivos gobiernos federales y que un plan de financiación por 21,6 millones de reales (US$ 5,23 millones) anunciado en junio incluía, irónicamente, la instalación de un moderno equipo antiincendios.
Roberto Robadey, comandante del departamento de bomberos de Río, dijo a los periodistas el lunes que los dos hidrantes al exterior del edificio estaban secos. Esto obligó a los bomberos a usar agua de un lago cercano y de camiones cisterna. Sin embargo, el edificio ardió demasiado rápido para poder salvarlo.
"En un mundo ideal tendríamos muchas cosas que no tenemos aquí: rociadores dentro del edificio", señaló, y agregó que el departamento de bomberos investigará su respuesta y tomará acciones si es necesario. "Ayer fue uno de los días más tristes de mi carrera", aseguró.
Renato Rodríguez Cabral, profesor en el departamento de geología y paleontología, dijo que el declive del museo no ocurrió de la noche a la mañana.
"Fue una tragedia anunciada", dijo Cabral mientras abrazaba a estudiantes y compañeros de trabajo. "Los gobiernos sucesivos no proporcionaron fondos ni invirtieron en infraestructura", sostuvo.
Según Cabral, el edificio recibió un nuevo cableado hace unos 15 años, pero que claramente no había un plan suficiente para protegerlo de las llamas. "Los bomberos básicamente sólo pudieron ver el incendio", indicó.
"Para la historia y la ciencia de Brasil, esta es una tragedia completa. No hay forma de recuperar lo que se perdió", señaló.
El Museo Nacional, que está vinculado a la Universidad Federal de Río de Janeiro y al Ministerio de Educación, fue fundado en 1818. Albergaba varias colecciones históricas, incluidos artefactos egipcios y el fósil humano más antiguo encontrado en Brasil.
La destrucción del edificio, en el que vivieron emperadores, fue una "pérdida incalculable para Brasil", dijo el presidente Michel Temer en un comunicado. "Se perdieron 200 años de trabajo, investigación y conocimiento", agregó.
Su oficina no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre denuncias generalizadas de negligencia.