Ganador de una decena de premios Grammy, y contando ya 67 años, el destacado y talentoso músico forma parte de la historia del rock, siendo una de las leyendas vivientes del icónico Festival de Woodstock de 1969.
"Quiero que este libro le ayude a entender a la gente que no tiene que ser el Dalai Lama o el papa para crear bendiciones y milagros", dice el músico mexicano Carlos Sanatana al presentar su autobiografía "The universal tone: bringing my story to light".
Calificada como una crónica "agradecida y sin pretensiones", se recomienda como lectura obligatoria "para los devotos de las leyendas del rock clásico".
La publicación traza un recorrido desde los primeros días tocando en los bares de striptease de Tijuana, en plenos años de adolescencia, y su proceso vivencial que se forja desde su conexión filial y familiar hasta convertirse en estrella de la guitarra de rock.
Se incluye también su deuda con las influencias musicales y espirituales, desde John Coltrane y John Lee Hooker a Miles Davis y Harry Belafonte; y su profundidad, la dedicación de toda la vida a un camino espiritual que desarrolló desde su educación católica, las filosofías orientales y otras fuentes místicas.
No elude tampoco los capítulos oscuros, especialmente sus experimentaciones con alucinógenos o la fase en que sufre abusos por parte de un hombre mayor durante dos años. "Mi recompensa a sobrevivir a eso es la música", dice el artista.
Ganador de una decena de premios Grammy, y contando ya 67 años, el destacado y talentoso músico forma parte de la historia del rock, siendo una de las leyendas vivientes del icónico Festival de Woodstock de 1969.
El libro, escrito en colaboración con Ashley Kahn, es un refuerzo de la espiritualidad que el intérprete ha buscado en el desarrollo de su música desde los años 70.
Dedicada especialmente a su madre, la autobiorgafía comienza con la cita "Saludo la luz que eres y que está dentro de tu corazón", pero también incluye intensos recuerdos sobre su padre, especialmente cuando describe cómo admiraba el efecto que su padre causaba en el público cuando tocaba el violín.