Para evitar los tropiezos académicos y como una manera de ayudar a sus estudiantes, la Universidad Nacional decidió abrir la Hemeroteca durante todo el día.

A partir de noviembre muchos de los universitarios del país empiezan a sentir la presión de los exámenes finales. Estas semanas son cruciales, puesto que de ellos dependen no solo sus calificaciones sino también sus proyectos a futuro. Por esta razón, la Universidad Nacional en Bogotá, junto con su Dirección de Bibliotecas, decidió, desde el 28 de noviembre, abrir las puertas de la Hemeroteca Nacional durante todo el día. La iniciativa se extenderá hasta el próximo 10 de diciembre.

Diego Hernández, vicerrector de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, explicó que para esto se acondicionaron 450 puestos permanentes, un servicio de comedor, se mejoró la conectividad wifi y se dispusieron cerca de 96 computadores para su uso. “Estamos sorprendidos, hemos tenido una gran respuesta por parte de los muchachos. Solo en las noches contamos con alrededor de 400 estudiantes”, expresó el directivo, quien agregó que los alumnos han valorado de manera positiva los esfuerzos que ha realizado la Universidad por mejorar el programa.

En este sentido, los estudiantes cuentan con servicio de desayuno y cena a un costo de 2000 pesos cada uno, y adicionalmente se les ofrece un refrigerio gratuito a las 10:30 de la noche y para los más trasnochadores, un consomé a las 2:30 de la mañana para que recarguen energías. “Con esta iniciativa buscamos que los estudiantes cuenten con los espacios y condiciones necesarias para cumplir con sus obligaciones académicas”, aseguró el Vicerrector

Uno de los puntos altos del programa es la percepción que tienen de él los estudiantes. “Es una iniciativa buenísima porque aparte de que te dan los medios para que puedas estudiar están pendientes de ti”, cuenta Laura González, estudiante de medicina que se ha quedado estudiando dentro de la Hemeroteca de “ocho a diez días”, y que ha aprovechado este espacio, como muchos otros, para concentrarse y estudiar.

A través de este programa, la Universidad ha visto con optimismo cómo los estudiantes de distintas facultades se han apropiado de los espacios. “Los estudiantes de medicina, filosofía o de ingeniería solían estudiar en otros sirios”, explica Camilo Amortegui, director de las Bibliotecas de la Nacional en Bogotá. “Aquí no solo vemos que los estudiantes utilizan el espacio para su estudio, sino que también se han creado otro tipo de lazos”, agregó el directivo.

Cabe anotar que la supervisión y el buen desarrollo de las actividades dentro de la Hemeroteca no son responsabilidad de una empresa de seguridad, sino que son los mismos estudiantes los que están pendientes de que todo esté en orden. De manera voluntaria y como parte del programa de corresponsabilidad, los estudiantes beneficiarios de apoyos socioeconómicos le retribuyen a la Universidad con unas horas que no solo están ayudándolos a ellos, sino a toda la comunidad universitaria.

El programa “Biblioteca 24 horas” es un programa piloto con el que ya se ha tenido experiencia en los pasados dos semestres y con el que se evalúa la posibilidad de que la Biblioteca Central Gabriel García Márquez y la Hemeroteca Nacional funcionen las 24 horas del día.

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