La mayoría de los trabajadores extranjeros son argentinos (90%) con empleos ocasionales de temporada.
Los inspectores del Ministerio de Trabajo realizaron 1.192 controles y fiscalizaron la situación laboral de 11.586 trabajadores uruguayos en restoranes, hoteles y pequeños comercios zafrales. Más de la mitad de esas inspecciones fueron realizadas en balnearios de Maldonado, y el resto en la costa de Rocha, Canelones y Colonia.
En diálogo con El Observador, el inspector general de Trabajo y Seguridad Social, Gerardo Rey, señaló que se detectaron 1.339 trabajadores que potencialmente estaban en situación informal. Ello porque al momento de la inspección la planilla de trabajo no estaba disponible o estaba desactualizada. Puede ocurrir que empresas presenten posteriormente documentación acreditando el registro de alguno de esos empleados en la seguridad social.
De esa forma, el escenario de máxima es que entre 11% y 12% de los trabajadores en negro. Rey sostuvo que es "un muy buen registro" porque está por debajo de la media del interior del país y del resultado de otros años, donde la cifra tras el operativo de verano había llegado a 30%.
En Uruguay, la media de informalismo entre los asalariados es de 15%, pero tiene características diferentes. En Montevideo llega al 10% y es de casi 19% en los departamentos del interior.
Otra cara
Los controles también incluyeron a 115 trabajadores extranjeros, entre los cuales 26 no estaban registrados, según se pudo verificar. "Si bien está claro que los trabajadores extranjeros son muy pocos respecto a los trabajadores relevados, tienen un nivel de informalismo que duplica al de los uruguayos, de casi el 24%. Por lo tanto, se confirma nuestra teoría de que sobre el trabajo de extranjeros hay que poner un foco especial", dijo Rey.
La mayoría de los trabajadores extranjeros son argentinos (90%) con empleos ocasionales de temporada. Incluso algunos vienen a pasear en temporada y cumplen con alguna actividad laboral. Pero eso se convierte en una competencia desleal para las empresas formales que registran a los trabajadores en la seguridad social y que pagan los laudos.
En estos casos la normativa permite aplicar sanciones significativamente mayores a las empresas, en comparación a cuando la documentación irregular involucra a uruguayos. El valor de las multas va de una mínima de 100 a 110 jornales hasta una máxima de 126 a 150 por cada trabajador afectado. Según explicó Rey, en el caso de los migrantes de origen dominicano, venezolano y cubano que tienen fuerte presencia en el país, mayoritariamente se encuentran en Montevideo y alrededores, porque buscan empleos más estables.
Este año las inspecciones también constataron a 33 menores en tareas laborales, de los cuales 28 tenían habilitación del Instituto del Niño y Adolescentes del Uruguay (INAU) y estaban inscriptos en la seguridad social.
En todos los casos la verificación que se realiza es sobre condiciones generales de trabajo, donde básicamente se controla el registro a la seguridad social, el pago en fecha de las obligaciones a través de la ley de Inclusión Financiera y el respeto por los laudos vigentes.
Un caso muy recordado
Uno de los casos de informalidad que se recuerdan en la Inspección General del Trabajo corresponde al verano de 2016. Una trabajadora paraguaya arregló para realizar tareas domésticas para una pareja de argentinos que venían de vacaciones a Punta del Este. Incluso, ingresó al país junto a los dos y sin ninguna habilitación laboral. A medidas de enero, la empleada paraguaya denunció a sus patrones aduciendo que trabajaba 20 horas diarias y que además no le cumplían con las condiciones establecidas. La situación se complicó, la empleada abandonó la casa y tuvo que pasar dos noches durmiendo en un local del Mides de Maldonado. Se abrieron expedientes para el cobro de los haberes pero no se pudo cobrar la multa.