La demora del fármaco se debió a los procedimientos del Ministerio de Salud Pública que debe aprobar su necesidad.
Hugo fue diagnosticado con cáncer de próstata cuyo tratamiento implicaba un medicamento específico, acetato de abiraterona, cuyo costo ronda los U$S 2.500 por mes. Dado que sus ingresos no le permitían financiarlo por su propia cuenta, tuvo que salir a buscar ayuda. Su médico le indicó que el sistema de salud, es decir todas las prestadora más el ministerio de Salud Pública, no cubría el fármaco pero que, para obtenerlo, podía realizar el trámite a través de la Universidad de la República (Udelar) dado que la asistencia es gratuita para quienes ganen menos de $32 mil (en caso de que los ingresos sean mayores, el consultorio puede asesorar a la persona pero deberá hacer el trámite por fuera).
Hugo decidió entonces recurrir al Consultorio Jurídico de la Facultad de Derecho para lograr que el Estado le otorgara el medicamento que tanto necesitaba. Y el gobierno se lo concedió en el día de ayer. Pero ya era tarde. Hugo había fallecido hacía un mes.
No es la primera vez que sucede un caso similar al de Hugo. Según sostuvo el director del consultorio N°14 de la Facultad de Derecho, Juan Ceretta, ya hubo otros en este mismo mes a causa de la lentitud del proceso de adquisición de medicamentos caros. "Este es un claro ejemplo que demuestra lo mal que funciona el procedimiento actual", indicó.
Pero, según Caretta, esto no es lo peor. "Lo más triste es que no solo se debe hacer un proceso por un medicamento que claramente es necesario y que no debería hacerse tanta investigación sino que a fin de cuentas se termina dando la razón después de que el paciente fallece", sostuvo.
Adquirir un medicamento que no financie el Fondo Nacional de Recursos o el propio ministerio a través de este proceso es prácticamente una misión imposible. El paciente debe conseguir su histórica clínica para que luego su médico tratante redacte un informe acerca de la necesidad de ese tratamiento o medicamento y que a la vez sea firmado por el director técnico de su prestador de salud. Luego se debe realizar un informe en el que se haga una comparación entre el medicamento solicitado y la alternativa ofrecida además de una carta al ministro de Salud Pública. Además, la persona debe conseguir información científica sobre la bondad del medicamento, es decir, probar que el fármaco solicitado realmente es el que se necesita.
Hugo solicitó la asesoría del consultorio a fines de mayo. El 29 de mayo presentó el último papel que hacía falta para que iniciara el trámite. Este martes el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, firmó para que se le concediera el medicamento que necesitaba. Casi dos meses después. "Este proceso debería ser más breve. La salud no entiende de tiempos, muchos menos en esta clase de casos", afirmó Ceretta.
Aún así, lo que sorprendió al director fue la manera en que se comunicó la aprobación del medicamento. "Estamos hablando de personas. Que se aprueben tratamientos sin que se haga un seguimiento de cerca sobre cómo ha evolucionado el paciente demuestra una falta total de tacto y respeto", dijo.
Cuando una persona no puede cubrir el costo de un medicamento o tratamiento y necesita que el MSP se haga cargo, pueden darse dos situaciones: que el ente se niegue a pagar el fármaco y deba hacerse un juicio o que se haga el proceso de solicitud y el medicamento sea entregado. "Cuando se creó el proceso de solicitud creí que iba a ser algo bueno pero después me di cuenta que no, que en realidad era para prolongar la entrega de los medicamentos y así no tener que darlos", indicó Ceretta.