Trabajadores rechazan que mutualistas "lucren" con el servicio.
El Observador. Referentes sindicales de la salud en Uruguay advirtieron que el Sistema Nacional Integrado corre la misma suerte que el gobierno del Frente Amplio, que desde su inicio tuvo un impulso acertado pero que ahora atraviesa un "estancamiento". Ello se ve agravado con el "lucro" de los empresarios del sector, que "se llenan los bolsillos" con "la guita de la salud".
Invitados por el sindicato de trabajadores de la bebida (FOEB), disertaron anoche en el club cervecero el director de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) en representación de los trabajadores, Pablo Cabrera, y el secretario general de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), Jorge Bermúdez. El dirigente anfitrión, Richard Read, dijo que la charla de ayer buscaba explicar a los trabajadores por qué la salud está como está. Se trató del el comienzo de un ciclo de exposiciones sobre distintos temas que van más allá de lo que habitualmente discute un sindicato, como salario y su interna.
Cabrera aseguró que uno de los principales problemas de la salud es que todavía "hay muchos" que ven a esa actividad como un "lucro". "No es posible que haya gerentes que ganen $ 1 millón (US$ 33.628) o ganen $ 800 mil (US$ 28.502) por mes. Eso no existe en el Uruguay de hoy", dijo. A su juicio no se debería "atar a la salud" al efecto de las ganancias. En ese sentido también incluyó al costo de los medicamentos. Según dijo el dirigente, se debería discutir el tema porque el mercado podría ofrecer medicamentos cuatro, cinco o seis veces más baratos. Sin embargo eso no es posible, agregó, si el Ministerio de Industria no insiste en desarticular la "política de mercado" de los laboratorios. Algo similar sucede, continuó Cabrera, con el tema de la tecnología médica. Los problemas en la salud generan entre otros problemas que haya lugares sin la atención debida.
A su turno, Bermúdez compartió muchas de las cosas de su colega, y agregó que "la guita" de la salud se va para los bolsillos del "empresariado" y la "burguesía médica". El dirigente comparó el avance del nuevo sistema con la suerte del partido de gobierno, el cual a su juicio tuvo un comienzo bueno pero ahora se estancó.
Bermúdez reclamó que el sector público se integre con el privado, cosa que no sucede a su juicio porque los privados no quieren y los públicos no pueden. También aludió al "lobby de los medicamentos", y consideró que la reforma de la salud avanza sólo con la premisa de la "lucha de clases".
"Si el 40% de los trabajadores ganan menos de $20 mil (US$ 712), por más que tengan mutualista, no la pueden usar. Lo mismo pasa con los jubilados. La apertura del corralito en febrero le sirve a los que lucran con la salud y tienen millones de ganancias. A la gente le dan plata, remeras o cámaras de foto para que se cambien", se quejó.