La baja en la incidencia de los infartos, así como en el consumo de tabaco entre adolescentes y en la concentración de nicotina en el ambiente son logros concretos de este proceso.
A diez años de implementar políticas antitabaco en Uruguay, el gobierno celebra el impacto positivo de sus medidas a nivel sanitario, y anuncia que redoblará esfuerzos en la lucha contra el cigarrillo.
La baja en la incidencia de los infartos, así como en el consumo de tabaco entre adolescentes y en la concentración de nicotina en el ambiente son logros concretos de este proceso.
Actualmente, el Ministerio de Salud Pública (MSP) prepara un proyecto de ley que establece el "empaquetado plano" de los cigarrillos.
En el primer gobierno del actual presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), Uruguay se convirtió, en 2006, en el quinto país del mundo libre de humo de tabaco en lugares públicos cerrados.
Además, desde ese entonces se aplican fuertes gravámenes a los cigarrillos y se limita su publicidad.
En 2005, Uruguay era uno de los siete países en el mundo que tenía más micropartículas de nicotina en el ambiente (218 microgramos por metro cúbico), nivel que cayó drásticamente en una década hasta situarse en los 18 microgramos.
De esa manera, se redujo un 91% la concentración de nicotina en el ambiente uruguayo.
"Uruguay comenzó bastante solo, pero ahora hay un movimiento mundial importante centrado en los ambientes libres de humo de tabaco como estrategia", recordó el ministro de Salud, Jorge Basso, al presentar los datos esta semana.
También en la última década, la cifra de infartos agudos de miocardio cayó en un 17%.
Por otra parte, entre 2006 y 2014 la incidencia del consumo de cigarrillo entre los adolescentes bajó de 23% a 8%.
"Casi 90% de los fumadores comienza a hacerlo antes de los 20 años, por lo que el gran objetivo es que los jóvenes no lo hagan", explicó Basso.
Asimismo, recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el tabaquismo es la principal causa de enfermedad y muerte prematura prevenible.
"Más de un tercio de las causas de cáncer se vinculan a enfermedades tabaco-dependientes. Más de 5.200 personas fallecen cada año por alguna patología en las que el tabaco tiene algo que ver", sostuvo el funcionario.
El cáncer es la segunda causa de muerte en Uruguay. "Así que todo lo que hagamos para trabajar en la reducción de indicadores duros tiene la suficiente evidencia", sostuvo Basso.
Las políticas antitabaco de Uruguay no estuvieron exentas de dificultades, una de las grande fue la demanda de una multinacional tabacalera que expuso al país a un juicio millonario.
No obstante, en julio de 2016, el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) desestimó el recurso interpuesto por Philip Morris, multinacional tabacalera que alegaba perjuicios comerciales por las políticas del país.
La denuncia acusaba a Uruguay de haber actuado "en contra del tratado bilateral de inversiones con Suiza", sede de la multinacional, lo que habría producido a la firma "daños y perjuicios derivados de una expropiación".
Por otro lado, Basso anticipó que el Ministerio de Salud prepara un proyecto de ley de empaquetado "plano" de cigarrillo que será enviado al Parlamento en los próximos meses.
"Todas las cajillas van a ser iguales, la única diferencia es la marca. Mantenemos el criterio de que haya una sola variante de marca por producto, que no haya colores diferenciales. Todos los empaquetados son iguales, excepto por la marca, pero con un tipo, tamaño y color de la letra establecido para todos igual", detalló el ministro.
El objetivo del nuevo diseño es desestimular el consumo de este producto, enfatizó.
Por su parte, Jorge Basso anunció que tras la implementación del empaquetado "plano" se comenzará a trabajar sobre el "cigarrillo electrónico", un artículo sobre el que hay evidencia suficiente de que es perjudicial.
"Procuramos incorporar a este cigarrillo las mismas normas vinculadas al tabaco", adelantó el funcionario.
Para el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, médico oncólogo de profesión, "no es admisible de ninguna manera priorizar aspectos comerciales por encima de derechos" como la vida y la salud.
El mandatario ratificó así, hace algún tiempo, el compromiso de "seguir la más frontal lucha" contra el tabaco.
