Los puestos de director serán dados en concurso al que los postulantes pueden postular hasta el 20 de junio.
El exsenador comunista Marcos Carámbula asumió en marzo la presidencia de la Administradora de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) con el desafío de revertir la cuestionada gestión que su antecesora, Susana Muñiz, había encabezado hasta que el presidente de la República, Tabaré Vázquez, decidió separarla del cargo. Carámbula llegó para dar una vuelta de tuerca en los últimos meses que quedan de mandato y la primera diferencia que marcó fue la profesionalización de los cargos jerárquicos en los hospitales públicos, a través de un llamado a concurso que quedará abierto este viernes. Pero los directores de los centros de salud que han sido observados por graves irregularidades continuarán al frente de los hospitales hasta que acabe el proceso de selección; por lo pronto, no antes de noviembre.
Además, esos mismos directores, algunos de ellos indagados por la Justicia por contrataciones irregulares, podrán presentarse en los concursos, admitió a El Observador el gerente general de ASSE, Alarico Rodríguez, por lo que podrán mantenerse en los cargos en el futuro. En caso de hacerlo, deberán renunciar a las direcciones de los hospitales para poder competir en igualdad de condiciones con sus contrincantes.
Los postulantes tienen plazo hasta el 20 de junio para presentarse y deberán cumplir con ciertos requisitos, como por ejemplo, ser funcionarios del organismo con dos años de antigüedad. Se valorará la trayectoria profesional y la formación académica.
Los interesados deberán presentar un plan piloto de gestión para el centro que pretenden dirigir y será evaluado por tribunal integrado por un representantes de ASSE, otro de la Facultad de Medicina de la UdelaR y del Ministerio de Salud Pública, como así también de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
La incógnita es si los directores cuestionados se presentarán. La comisión parlamentaria que investiga la gestión de ASSE desde agosto del año pasado, puso públicamente en jaque a un puñado de directores por haber cometido ilícitos vinculados, entre otros, a la conjunción del interés público con privado. El director general del Hospital Pereira Rossell, Federico Eguren, el director del Hospital Pediátrico, Rodrigo Barcelona, y el director del hospital de Salto, Marcos García, son indagados por contratar desde el hospital de Bella Unión -donde dos de ellos se desempeñaban y García como director- a la empresa de ambulancias Siemm de la que eran titulares.
Hoy los tres mantienen sus puestos de jerarquía y seguirán allí hasta que se resuelva quién será el sustituto. Fuentes del directorio de ASSE adelantaron a El Observador que la resolución del llamado a concurso podría estirarse hasta el mes de noviembre, aunque aclararon que podría dilatarse aún más.
La misma situación ocurre con la directora del hospital de Mercedes, Cecilia Acosta, quien se desempeñaba, simultáneamente, en la dirección de la zona Regional Oeste por lo que se controlaba a sí misma. El organismo público se había comprometido a destituirla por la incompatibilidad de tareas dentro de ASSE, pero eso no sucedió, ni tampoco sucederá hasta que acabe el concurso. Según revelaron fuentes del organismo, ASSE no dispone en la actualidad de un candidato que esté libre de incompatibilidades para sustituirla.
"No más amiguismo"
Esta será la primera vez que los hospitales públicos tendrán jerarcas elegidos por méritos y no a dedo. Nunca antes en la historia de la salud pública los directores de los hospitales de ASSE habían competido para ganarse el puesto en un centro de salud. "Esto significa que ya no habrá ni amiguismo ni política, sino gente realmente capacitada", dijo a El Observador Alarico Rodríguez, el nuevo gerente general de ASSE.
A pesar de considerar coherente que dentro de un órgano tan numeroso como este -que suma un total 33.000 trabajadores- existan cargos de confianza, Rodríguez advirtió la importancia del profesionalismo en ciertos niveles operativos. "Estoy convencido que este es el cambio cultural que necesita ASSE: dejar de hacer las cosas mal, solo porque toda la vida se hicieron así, y comenzar a moverse por el camino correcto", remarcó.
"Este es el primer paso dentro de una gran ciclo de cambios que, poco a poco, comenzarán a darse dentro de ASSE para mejorar la calidad de la asistencia a los usuarios del sistema", concluyó Rodríguez.