Dentro de las medidas que buscan regular esta situación, se creará una tabla con cantidades de días estandarizadas por enfermedad y los galenos recibirán una capacitación obligatoria.
El Observador. "No vayas con tal médico que no te certifica. Andá con otro". Casos de personas que fingen depresión o lumbalgias. Picos de licencia por enfermedad que crecen previo a semanas de vacaciones o antes de un fin de semana. Peticiones de que hagan certificados médicos que justifiquen la falta de un niño a la escuela porque sino repite el año o de certificados que no correspondían con el período que el trabajador había faltado. Esas fueron algunas de las situaciones planteadas por los propios médicos luego de una mesa redonda sobre certificaciones médicas y la ética profesional, realizada por el Colegio Médico.
Un referente en medicina legal aseguró durante el encuentro que recurrir a certificados médicos falsos está impregnado socialmente y que "hay un notorio abuso de certificaciones falsas que hay que combatir".
"Todo el mundo cree que es normal pedir un certificado falso y está naturalizado. Los uruguayos, los médicos, trabajadores, liceales, mamás de escolares", ejemplificó Hugo Rodríguez Almada, del Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina.
En junio hubo 40.000 subsidios por enfermedad, es decir que esa cantidad de personas recibieron dinero por parte del estado como compensación. Esa cifra no incluye las certificaciones médicas que no alcanzaron los cuatro días de reposo y por tanto no necesitaron el subsidio por enfermedad del BPS.
"Hay un colectivo mayor que está haciendo uso del dinero. Se disparó el uso del servicio, es clarísimo", dijo Rosario Oiz, directora del Banco de Previsión Social.
En tanto, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) reconoce la existencia de certificados por "complacencia", lo que lo lleva a impulsar que las capacitaciones obligatorias (que permiten un plus salarial) traten el tema de las certificaciones, dijo el vicepresidente del gremio, Alfredo Toledo. "Se busca tener protocolos o guías en las cuales se estandaricen algunos pasos. Para tales patologías tantos días o tales estudios", agregó.
Gustavo Grecco, secretario del gremio, también se refirió al tema y marcó la preocupación por cómo este asunto deja parados a los médicos. Agregó que quedan en "cuestionamiento público en cuanto a su ética, por la alarmante cifra que paga el BPS con esta prestación".
Eso deja en evidencia que hay certificaciones por complacencia, es decir por pedido de pacientes a través de presiones, agregó.
El representante del SMU aseguró que los médicos están "expuestos" porque "no están dadas las condiciones adecuadas que se desempeñen sin riesgos de cometer faltas éticas".
"Creemos que nos falta formación. El médico que pierde contacto con la facultad necesita como parte del desarrollo profesional formación en certificación. Es un debe del sistema con el colectivo médico", dijo.
En ese sentido, el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, reconoció la responsabilidad de la institución en la materia. "Tenemos carencias de formación en nuestra facultad", aseguró.
Grecco enfatizó en la falta de información y herramientas que les permita a los médicos conocer protocolos o guías para actuar al momento de certificar a un paciente, como por ejemplo la imposibilidad de acceder a la historia clínica cuando se va a certificar a domicilio.
En ese sentido, comenzaron a trabajar junto a la Facultad de Medicina y el BPS para elaborar propuestas concretas, como tablas esperadas de recuperación para cada enfermedad e informar a los médicos. De hecho, van a proponer a la Junta Nacional de Salud que parte de los cursos de capacitación para la mejora de la calidad asistencial que están incluidos en el Consejos de Salarios sean pautas con respecto a las certificaciones médicas.
Derecho a subsidio
El trabajador impedido de trabajar por temas de salud, tiene derecho a recibir –a partir del cuarto día de licencia- el 70% del total de las remuneraciones que recibe. Antes regía una ley que le daba el mismo porcentaje, pero del salario base. También existía un tope de US$ 312 que el trabajador podía cobrar por enfermedad, y ese límite desde enero de 2015 es de US$ 833.
Según la directora del BPS, Rosario Oiz, la mejora en las condiciones de la prestación para el usuario hizo que aumentara la utilización del mismo. Había personas que antes no asistían al organismo a cobrar el dinero correspondiente, porque la cantidad era "ínfima" y necesitaban el certificado de un médico que corroborara su enfermedad.