Dolutegravir ya era comercializado por mutualistas privadas sin una regulación de precio.
Un potente fármaco para controlar el virus del VIH-sida será incluido en los próximos días en el Formulario Terapéutico de Medicamentos (FTM), el listado que el Ministerio de Salud Pública (MSP) elabora para que los prestadores de salud sepan cuáles son las medicinas que están obligados a ofrecer a sus clientes. Así lo informó el ministro Jorge Basso este lunes en rueda de prensa.
Si bien este comprimido, llamado Dolutegravir, ya se comercializaba en algunas mutualistas privadas del país, la novedad es que, partir de la incorporación formal en el listado farmacológico, las instituciones de salud estarán obligados a ofrecerlo al mismo costo que cualquier otro medicamento, es decir, al valor de un tique farmacológico, cercano a los $ 200 (US$ 6,5). Antes de esta resolución, cada mutualista podía cobrar por él lo que quisiera y algunas, incluso, ni lo brindaban. Dentro del sector público de salud, el usuario podrá recibir el medicamento sin costo.
"Es un medicamento excelente pero no es nada novedoso, en el mundo existe hace añares", explicó a El Observador el médico infectólogo Eduardo Savio, experto en el tratamiento del VIH-sida. El Dolutegravir se hizo famoso por el poco tiempo que demora en conseguir que la carga viral en la sangre del paciente sea indetectable. Eso significa que, aunque la persona esté enferma de VIH, no transmitirá el virus a otros individuos mientras continúe con el tratamiento.
Según estudios internacionales, este fármaco consigue que la carga viral no se detecte dentro del cuerpo en menos de un mes, mientras que, la mayoría de los antirretrovirales lo consiguen recién entre el cuarto y sexto mes de tratamiento.
"El fármaco actúa dentro del cuerpo por una vía diferente a los demás antirretrovirales, porque es un inhibidor de la intergrasa", apuntó el médico. El comprimido bloquea la enzima del VIH y evita que este se multiplique por todo el cuerpo. "Baja la carga viral mucho más rápido que cualquier otro antirretroviral, pero se tiene que tomar junto a otros dos fármacos. No es una pastilla única", diferenció Savio, e informó que el comprimido reduce, también, los efectos secundarios.
Aún en el debe
Lo que muchos pacientes de VIH quieren para enfrentar al virus es conseguir el tratamiento de la pastilla única. Si bien algunas mutualistas privadas ya ofrecen ese servicio, el costo es elevado, justamente porque el fármaco no está incluido dentro del FTM. Eso significa que, primero, no todas las instituciones de salud lo brindan a sus usuarios, porque el ministerio no las obliga a hacerlo. Y segundo, que aquellas que lo ofrecen lo venden a un precio excesivo que no todos los pacientes pueden pagar.
Hoy la mayoría de los enfermos de VIH-sida consiguen controlar la carga viral a través de un tratamiento compuesto por varias comprimidos: dos, tres, cuatro o hasta cinco pastillas de consumo diario y de por vida. A finales de la década de 1990, esto era peor: la persona debía consumir cerca de 15 píldoras diarias.
"Lamentablemente el tratamiento de la pastilla única ya debería estar incluido dentro del FTM, en todo el mundo se utiliza hace años y la alta eficiencia está más que probada", dijo Savio, y comentó que él tiene pacientes que ya lo consumen, pero pagan por él mucho dinero.
La ventaja principal, detalló, es que simplifica el tratamiento y aumenta las posibilidades de que el paciente no lo abandone en el resto de su vida. "La ingesta de una única píldora asegura, casi por completo, la alta adhesión al tratamiento que el paciente necesita para conseguir que su carga viral sea indetectable, es decir, que el virus sea intransmisible a otras personas", apuntó el médico, y destacó que es difícil que el paciente se olvide de tomar un único comprimido.
"Una pastilla no cansa, pero cinco sí. El único comprimido es la garantía de que lo va a consumir de por vida sin mayores complicaciones, y eso es lo que buscamos en nuestros pacientes para que no abandonen el tratamiento", concluyó el especialista.