La ley vigente en el país sobre salud mental fue hecha en 1936, por lo que el cambio busca modernizar la forma en que se atiende a los pacientes y establecer sus derechos.
El Observador. "A lo largo de su vida, una de cada cuatro personas sufrirá una enfermedad mental, podrías ser vos, tu amigo, tu hijo, tu madre, tu novia, tu hermano o tu vecino". Así comienza el spot de la campaña "Salud Mental Sin Prejuicios" que se presentó en la mañana del 5 de octubre en el marco del mes de la salud mental.
Esos datos de incidencia de las enfermedades mentales surgen de la Organización Mundial de la Salud. "Estamos frente a uno de esos problemas importantes para la sociedad", manifestó el ministro de salud, Jorge Basso.
Las autoridades coinciden en que los prejuicios, el estigma y la discriminación rodean al tema y que esa es una razón de sufrimiento de las personas que las padecen."Muchas personas con una enfermedad mental se curan, otros no, pero se modifica la situación y pueden llevar una vida aceptable", explicó el responsable del programa de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, Ariel Montalbán.
Otro de los mitos señalados por Montalbán fue acerca de las agresiones. "Se dice que las personas con una enfermedad mental son peligrosas, cuando los mayores actos de violencia no los realizan personas con una enfermedad mental", dijo.
Esos prejuicios son las barreras más importantes que existen para avanzar en transformaciones en la salud de las personas que sufren estas enfermedades, según la OMS. Eso genera dificultades en la inclusión de las personas tanto en el ámbito laboral como de la salud.
A pesar de que los organismos del Estado deben incluir un 4% de trabajadores discapacitados en los llamados laborales, Montalbán reconoció que "son muy propensos a incluir otras discapacidades y tienen gran resistencia a incluir una persona con una enfermedad mental".
Superar modelo asistencialista
La normativa que rige sobre la salud mental en el país fue elaborada en 1936. Por esa razón, el presidente Tabaré Vázquez presentó a mediados de diciembre del año pasado un proyecto de ley para superar los 80 años de atraso.
Esta nueva ley de salud mental se sustenta en dos pilares: garantizar los derechos humanos de personas con un trastorno mental y un cambio en el abordaje de la atención. De esta manera, se aspira a superar el modelo asistencialista que existe hasta el día de hoy.
"Este modelo, que le llamamos de 'recuperación', apunta a que los síntomas de la enfermedad pueden ser atenuados con técnicas de tratamiento que existen", dijo Montalbán. "La consideración de una persona con enfermedad mental es totalmente diferente y puede llegar a lo que es la reinserción de acuerdo a sus posibilidades, se busca que llegue al mayor grado de autonomía posible", agregó.
Este proyecto de ley recibirá una media sanción en el Senado la semana que viene. Según confirmó la presidenta de la Comisión de Salud Pública de esa cámara, Ivonne Passada, en la comisión hubo acuerdo de todos los partidos políticos a favor del proyecto presentado.
