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Uruguay: Medicamentos para hepatitis C serán financiados sólo para pacientes con cirrosis
Viernes, Febrero 17, 2017 - 08:18

Hasta enero, el Fondo Nacional de Recursos financiaba únicamente el interferón y la ribavirina. La restricción en el uso de los antivirales provoca polémica. 

El Observador. El 24 de enero fue un día histórico para los pacientes con hepatitis C. La subsecretaria del Ministerio de Salud Pública (MSP), Cristina Lustemberg, firmó la incorporación al Formulario Terapéutico de Medicamentos (FTM) de tres fármacos que curan esta enfermedad con una eficacia cercana al 97%. Esto quería decir que el Fondo Nacional de Recursos (FNR) se haría cargo de su financiación –los tratamientos cuestan alrededor de US$ 28.000-, pero todavía faltaba esperar que el organismo publicara qué enfermos serían cubiertos. Sin embargo, este miércoles la institución anunció que solo estarán amparados los pacientes más graves, es decir, aquellos que hayan desarrollado cirrosis.

Hasta enero el FNR solo cubría el interferón y la ribavirina. Estos fármacos logran una tasa de curación del 40% y la comunidad internacional dejó de usarlos por su baja efectividad.

Ahora que la normativa cambió y también financia los antivirales (los nuevos medicamentos), el organismo estableció que los pacientes en fases primarias de la enfermedad deben seguir usando los fármacos anteriores.

La hepatóloga María Rosa Cruells, referente en hepatitis C en Uruguay, dijo a El Observador que la espera en los tratamientos determina que "sea otro paciente" el que recibe los medicamentos, porque la enfermedad avanza y se agudiza con el tiempo.

El caso de María Fernanda Castillo marcó un antes y un después en esta historia. Según publicó El País, ella se contagió de la enfermedad a raíz de una transfusión de sangre que no fue verificada hace más de 20 años –hoy tiene 31- y la Justicia se expidió a su favor en enero para que el FNR le suministrara la medicación. Si bien contrajo hepatitis C hace más de dos décadas, Castillo aún se encuentra en una fase primaria de la enfermedad, por lo que este cambio en la normativa no la hubiera beneficiado.

"Esto que salió en realidad no cambia mucho, restringe más, porque los pacientes que incluye y en las condiciones que los incluye, esos pacientes ya estaban consiguiendo la medicación a través de la ordenanza del MSP", dijo a El Observador el abogado Juan Ceretta, profesor referente en acciones de amparo para medicamentos de alto costo en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República. La cartera de salud suministra ciertos fármacos de alto costo a determinados pacientes a través de la ordenanza 692 para que el caso no se resuelva en la Justicia.

Versiones encontradas

La directora general del FNR, Alicia Ferreira, dijo a El Observador que "hay asesores técnicos nacionales e internacionales" detrás de esta nueva normativa. "El medicamento no se incorpora y se lo puede financiar a todo el mundo, sino que se establece a qué pacientes" les corresponde la financiación, afirmó la jerarca.

Además, Ferreira hizo hincapié en que "hay mucha bibliografía contradictoria" por tratarse de "un medicamento muy nuevo", por lo que el FNR volverá a revisar la normativa en agosto de este año ya que "hay mucha discusión".

Sin embargo, Cruells señaló que "nadie discute la efectividad de los antivirales" y opinó que esta nueva resolución del FNR "es tirar la pelota para adelante". La hepatóloga sostuvo que el interferón tiene "muchos efectos adversos", de hecho, disminuye la inmunidad del paciente y les genera cuadros gripales. "Con los antivirales el paciente sigue trabajando y hace una vida normal, no tiene por qué dejar de trabajar", agregó. Los enfermos que reciben interferón a veces deben abandonar el tratamiento a raíz de sus efectos secundarios.

"Da la sensación de que el FNR tiene en stock medicamentos y se los quiere sacar de encima, por eso en agosto van a revisar la normativa", dijo Cruells.

Sin embargo, la directora del FNR dijo que esa acusación "es absolutamente falsa" y que el organismo "negocia con los laboratorios": "El laboratorio entrega para cada paciente al cual le es indicado en ese momento, se lo entrega con nombre y apellido", afirmó.

Ferreira también expresó que hay bibliografía que muestra que los antivirales "son tóxicos" y que por ese motivo quieren esperar. En tanto, Cruells sostuvo que "si los fármacos se usan mal, son malos": "Hay indicaciones precisas en pacientes cirróticos y hay indicaciones precisas en pacientes con insuficiencia renal", agregó. De todos modos, la hepatóloga informó que hay tres tipos de antivirales distintos, por lo que se receta determinada marca en función de las restricciones del enfermo.

Según Cruells, solo cuatro de cada 10 pacientes que reciben interferón se curan, por lo que en los seis restantes la enfermedad avanza hasta llegar a una cirrosis o un cáncer de hígado. "Ya no es el infectado que hoy tiene chance de curarse, en estos casos ya es candidato a un trasplante de hígado", agregó.

El acto médico por un trasplante cuesta US$ 100.000. Además, el 80% de los pacientes se reinfectan en cinco años, por lo que en poco tiempo volverán a estar a la espera de otro hígado.

"En esos casos hay que cambiarle el hígado y tratarle la infección. Si lo tratás antes (con antivirales), curaste la infección, evitás el trasplante y si evitás el trasplante, evitás el retratamiento", advirtió Cruells.

En tanto, el abogado Juan Ceretta dijo que ya habló con el decano de Facultad de Derecho para "reforzar un poco la infaestructura" de su consultorio en la institución. Allí reciben usuarios que necesitan medicamentos de alto costo, los asesoran y tramitan acciones de amparo para que el FNR financie los fármacos.

"Una enfermedad silente"

La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus del mismo nombre; ese virus puede causar una infección, tanto aguda como crónica, y puede ser una enfermedad grave de por vida. El virus de la hepatitis C se transmite a través de la sangre y las causas de infección más comunes son las prácticas de inyección poco seguras, la esterilización inapropiada de equipo médico y la transfusión de sangre y productos sanguíneos sin analizar.

Cruells dijo que "la hepatitis C es una enfermedad silente", porque en muchos casos es asintomática y el paciente recién comienza a darse cuenta cuando desarrolló cirrosis. Además, en Uruguay solo se busca el virus en personas que donan sangre o en los pacientes dializados, por lo que se estima que hay casi 50 mil infectados, aunque no se sabe con certeza. "La hepatitis C representa la principal causa de trasplante de hígado en el mundo y en Uruguay también. Acá el 33% de los trasplantados son por virus C", afirmó.