En solo 10 días, la nueva línea telefónica para estos casos, recibió 320 llamados.
El teléfono de la nueva línea de prevención del suicidio sonó 320 veces en 10 días. Hubo personas que llamaron varias veces, otras lo hicieron en una sola ocasión y en tres casos había peligro de muerte. De todos modos, la nueva línea que lanzó la Administración de los Servicios del Estado (ASSE) es temporal, dijo a El Observador el adjunto al directorio del organismo Miguel Fernández Galeano, ya que el servicio definitivo empezará a funcionar a partir de julio. La idea de las autoridades es que haya coordinación entre el sector público y el privado, por lo que el Ministerio de Salud Pública (MSP) será el órgano rector del nuevo proyecto.
Uruguay es el país con la tasa más alta de autoeliminaciones de América Latina (20,37 cada 100.000 habitantes). Sin embargo, la única línea de prevención del suicidio era gestionada por la ONG Último Recurso y dejó de funcionar hace unas pocas semanas por falta de apoyo estatal. Ahora la estrategia del gobierno cambió y el problema de las autoeliminaciones será tratado desde la raíz en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS).
El Estado será el encargado de velar por esa psicoterapia pero las mutualistas estarán obligadas a prestar asistencia de salud mental. Si la persona es usuaria de una mutualista, el prestador de salud deberá darle seguimiento e informará al MSP de los pasos que dio. Lo mismo ocurre con ASSE que, además de financiar parte de la línea de teléfono, también se hará cargo de los tratamientos de sus afiliados. Fernández Galeano sostuvo que el nuevo funcionamiento permitirá que todos los que necesiten ayuda psicológica, sin importar si tienen los recursos económicos o no, puedan acceder a un tratamiento de calidad que los ayude a superar el episodio de crisis.
El proyecto funcionará así: la persona llamará a la nueva línea de ASSE y enseguida se activará el mecanismo de prevención. La idea de las autoridades es que el profesional que atienda la llamada pueda abrir en su computadora la historia clínica electrónica del consultante. Así podrá saber si tiene antecedentes de depresión, si tuvo un consumo problemático de drogas, si inició en algún momento una psicoterapia, entre otros datos. Esta coordinación les permitirá a los profesionales construir un perfil de la persona que pide ayuda.
La llamada tratará de contener la situación y disuadir las ideas suicidas. No obstante, Fernández Galeano señaló que todos aquellos que llegan a considerar la autoeliminación deben recibir terapia para sobrellevar la situación. "No es solo el momento en el que levanta el teléfono y llama, también hay que ver cuál fue el trasfondo que lo llevó a eso", sostuvo. Hasta ahora ese trabajo era muchas veces honorario y lo hacía Último Recurso, que ajustaba los precios de los tratamientos en función de lo que cada paciente pudiera pagar.
ASSE abrió un llamado para contratar personal para la nueva línea de teléfono que funcionará las 24 horas los 365 días del año. Si bien no es un requisito excluyente que los aspirantes sean psicólogos, Fernández Galeano afirmó que se les pide formación en salud mental, por lo que casi todos los que se presentaron estudiaron esa carrera universitaria. En total, estiman que trabajarán entre 12 y 14 funcionarios que cubrirán tres turnos de ocho horas.
La financiación del proyecto saldrá de tres lugares distintos: de ASSE, del MSP y del área de de Bienestar Social del Ministerio del Interior, que es la que destinará más dinero. La línea tendrá otra "de contención", contó Fernández Galeano, que funcionará como una línea de espera cuando entre una llamada y haya otra en simultáneo. Y si bien está previsto coordinar el trabajo con el mutualismo, los prestadores privados no deberán destinar fondos para sostener el servicio telefónico.
Línea actual
Una vez que cerró Último Recurso, el gobierno anunció por cuarta vez que pondría en funcionamiento una línea de prevención al suicidio estatal. La ausencia de otro teléfono adonde llamar hizo que la promesa fuera cumplida y a los 10 días estaba activo el número 0800 8483 (VIVE), el mismo que utilizaba la ONG.
Fernández Galeano sostuvo que el servicio que se brinda actualmente permitió "dar una respuesta a una situación difícil", pero hizo hincapié en que su funcionamiento cambiará en los próximos meses. De todos modos, ya hay personal trabajando y el número de teléfono está a disposición.
En los primeros días recibieron llamadas de todo el país, tanto de Montevideo como del interior. A su vez, Fernández Galeano comentó que pidieron ayuda personas de todas las edades y de ambos sexos.