Las células actúan como células madre luego de ser reprogramadas, actuando como precursoras de las que producen un neurotransmisor cuya ausencia está involucrada en la enfermedad.
La historia parece sacada de un libro de ciencia ficción, pero se trata de lo que se puede considerar uno de los avances más sorprendentes de la medicina. Según reporta la revista científica Nature, cirujanos japoneses han implantado células madres “reprogramadas” en el cerebro de una persona con párkinson por primera vez.
Para entender lo complejo del procedimiento, primero hay que aclarar qué es una célula madre “reprogramada”. Conocidas oficialmente como células madres pluripotentes inducidas (iPS), estas son células de tejidos corporales, como la piel, adaptadas para que se devuelvan a una especie de estado embrionario en el que puedan convertirse en cualquier otro tipo de célula. Es decir, células “ordinarias” que los científicos han logrado volver a configurar para que actúen como células madres.
En este caso, lo que lograron hacer los investigadores de la Universidad de Kyoto fue llevar a que células de la piel de un donante se convirtieran en precursores de las células que producen dopamina, un neurotransmisor que, cuando es escaso, puede llevar a que las personas tengan dificultades motrices.
Unos 2,4 millones de estas nuevas células, o las iPS precursoras de dopamina, fueron implantadas, por vez primera, en el cerebro de un paciente de 50 años que sufre párkinson. Durante el procedimiento, que duró tres horas, las células fueron inyectadas en 12 zonas cerebrales que se conocen por ser un centro de la actividad de dopamina.
Aunque el procedimiento había probado ser exitoso en ensayos con monos, esta es la primera vez que se realiza en un humano. Y parece ser que los resultados van por buen camino. Jun Takahashi, el científico encargado de dar y reprogramar las células para que los neurocirujanos las implantaran, afirmó a Nature que, casi un mes después, “el paciente está bien y no ha tenido reacciones adversas importantes hasta el momento”. El equipo lo observará durante seis meses y, si no surgen complicaciones, implantará otros 2,4 millones de células precursoras de dopamina en su cerebro.
Así, si todo va bien, seis pacientes más se someterán a este procedimiento de aquí a finales de 2020. Además, si supera esta primera etapa y los resultados de la investigación son lo suficientemente contundentes, Takahashi cree que el tratamiento podrá venderse a pacientes a partir de 2023, bajo el sistema de aprobación acelerada de Japón para medicamentos regenerativos. “DPor supuesto, depende de qué tan buenos sean los resultados”, dijo a la revista.
Esta es la segunda vez que un ensayo clínico usa células madres reprogramadas o iPS. La primera en internarlo fue la oftalmóloga Masayo Takahashi, esposa de Jun, quien creó células de retina, a partir de iPS, y las utilizó buscando tratar ciertas enfermedades oculares.