La cobertura de vacunación alcanzada hasta ahora contra los diferentes tipos de influenza y la gripe estacional no ha superado el 25%, según estimaciones del Ministerio de Salud.
Desde hace varios días que el invierno se ha instalado en el país (Bolivia) con todas sus credenciales: días más cortos, noches más largas, poca agua y mucho frío. A pesar de ello, la cobertura de vacunación alcanzada hasta ahora contra los diferentes tipos de influenza y la gripe estacional no ha superado el 25%, según estimaciones del Ministerio de Salud.
Un déficit tanto más preocupante por cuanto el número de infecciones respiratorias agudas registrado hasta ahora por las autoridades ya superan los 1.400.000 casos; el de neumonías, 36.000 casos; y los de influenza, más de 1.000, de los cuales al menos 21 han derivado en el fallecimiento de las personas contagiadas.
Para evitar este desfase, hubiese sido deseable que la campaña de vacunación comience a aplicarse a principios de año, y no cuando la época de frío ya ha comenzado. Pues ello mejoraría su efectividad principalmente entre los grupos poblacionales más vulnerables (niños menores de dos años, mujeres embarazadas, mayores de 60 y toda persona con enfermedad crónica); además de contribuir a eliminar la percepción de algunos pobladores que piensan que la vacuna ayuda a combatir el virus cuando uno ya está enfermo.
Por otro lado, para el próximo año también sería positivo que las autoridades barajen la posibilidad de implementar campañas de vacunación adicionales contra el virus que causa la neumonía (el neumococo), cuyo índice de mortalidad es mucho más elevado que el de los virus que causan la gripe y la influenza.