Para la escritora, historiadora y periodista, la vestimenta puede ser musa de reflexiones intelectuales.
La escritora, historiadora y periodista Vanessa Rosales, autora del libro “Mujeres vestidas”, asegura que la moda debería ser un tema que se abordara también desde un ámbito académico.
- ¿Cómo se dio cuenta del interés que tenía por la moda?
- Todo empezó cuando era pequeña y comencé a interesarme por el vínculo de la estética y la música, porque desde muy chica yo era melómana. Escuchaba mucho rock y comencé a ver que cada década y cada momento histórico iban generando una estética. Empecé a sentir la inquietud por la moda cuando estaba estudiando historia en la Universidad de los Andes, pero cuando manifesté mi interés por perseguir el tema académica y teóricamente no fue tomado seriamente.
- Al ser Colombia un país tan conservador, ¿cómo ha sido la lucha para que el tema de la moda sea tomado seriamente?
- Es una lucha que persiste, porque gran parte de lo que yo hago consiste en hacer de la moda un emblema y una de mis batallas es que sea vista como un tema digno de escrutinio intelectual en el mundo periodístico y en el mundo literario, en los que he estado involucrada directamente. Siempre ha habido una resistencia, en parte porque la moda se ha construido como un tema femenino y los temas femeninos tienden a ser percibidos como secundarios, frívolos y poco importantes.
- ¿Qué papel han jugado los medios de comunicación colombianos en la construcción de lo que hoy en día se entiende por moda?
- Hay un tema ahí que es interiorizado desde lo femenino, de que la mujer que se cultiva intelectualmente no es una mujer que se cultiva estéticamente o estilísticamente, y romper ese estereotipo también ha sido parte de mi batalla.
- Se tiende a pensar que la moda es únicamente para las mujeres, ¿qué piensa usted de esta postura?
- Yo creo que el gran motivo por el cual el varón heterosexual se siente tan distante de la moda consiste en que a él se le enseña que lo peor que puede llegar a ser es remotamente femenino, y como la moda se ha construido de una manera femenina desde el siglo XVIII para acá, eso hace que haya un rechazo porque los “varones de verdad” no tienen una energía femenina o no se feminizan de ninguna manera, entonces muchas veces se pierden de los deleites que pueden provenir de la vestimenta o el cuidado. Aunque últimamente en Colombia hemos visto una tendencia significativa de barberías y jóvenes que han venido socializándose con las redes digitales y dentro de unas masculinidades que no están dispuestas a ser tan tóxicas y escuetas.
- ¿Cómo nació su página web?
- Yo tomé el camino independiente hace ocho años, precisamente porque sentía que los medios en Colombia no estaban receptivos a crear el tipo de literatura de moda, estilo y feminidad que yo quería mostrar. Entonces decidí gestionar mi contenido en lo digital, inicialmente con una página que se llamaba Vanguard y que terminó siendo vanessarosales.com. Esta página es una muestra y un reflejo del tipo de trabajo híbrido que yo he creado, porque yo vengo de las ciencias sociales, soy historiadora, también estudié filosofía, luego hice una maestría en periodismo.
- “Mujeres vestidas” salió el año pasado… ¿de qué se trata este libro?
- El libro es una compilación de tres ensayos cortos donde la idea es mostrar de una manera divulgativa que la moda puede ser musa de reflexiones intelectuales y de cómo la moda conecta con tantos temas más intangibles, como los comportamientos o los ideales. El libro utiliza cosas del presente pero también va al pasado, hay un capítulo dedicado al feminismo donde planteo la incógnita de cuáles han sido los cruces entre moda y feminismo, porque el mismo feminismo ortodoxo en algunos momentos se ha opuesto a la moda, y esa ecuación es muy interesante tenerla en cuenta. El libro busca tener un enfoque histórico-teórico de la moda, pero que todas las personas puedan leerlo.
- ¿Cómo percibe la moda y el feminismo?
- La primera ola del feminismo se conoce porque las mujeres estaban tratando de reclamar derechos inexistentes, como el derecho al voto y a la propiedad privada. A muchas personas se les olvida que dentro de esa agenda también estaba buscar vestir de manera más confortable a las mujeres. Inevitablemente, cuando miramos la historia femenina, la ropa nos revela lo que podía o no podía hacer la mujer. Las liberaciones femeninas a partir de los 60 tienen que ver mucho con la revelación de la mujer a través de su vestimenta.