Desde no tener claridad del objetivo hasta dar la sensación de inespecificidad entre los reclutadores. Todo esto puede estar mermando las posibilidades de que un candidato encuentre empleo. No todo se traduce en buscar trabajo en bolsas de empleo y redes sociales.
Mensajes en LinkedIn y Facebook de profesionales que se encuentran sin empleo por varios meses pueden evidenciar un mal momento económico. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desocupación total en Chile alcanzó el 6,9%, en el periodo entre enero y marzo de este año, con 7,9% de mujeres y 6,1% de hombres desocupados.
Esto ha generado que las empresas despidan a buena parte de sus trabajadores y que, por otro lado, los colaboradores empiecen a buscar empleo por cuenta propia. Es en esta fase donde surje la duda de si ellos pueden o no llevar a cabo un proceso de búsqueda de empleo efectivo. Para Lissette Escandor, coordinadora de Servicios Canal On-Site de Adecco Chile,"la mayoría de personas aplican a decenas de ofertas de empleo y esperan a que los llamen inmediatamente, pero creo que eso por lo general es un error".
Escandor propone en este tipo de instancias aplicar una estrategia de marketing, aunque existen casos en que los candidatos, incluso al implementarla, no logran ver resultados. Esto sucede porque no es una buena estrategia.
"El postulante tiene que verse a sí mismo como un producto o servicio apetecible para el mercado, o mucho mejor aún, algo exclusivo y difícil de conseguir", explica.
De acuerdo con Karina Pérez, directora de Robert Half Chile, muchas de las personas que pasan varios meses sin encontrar trabajo son víctimas de la depresión, dejando de postular a empleos, y cuando lo hacen solo piensan en las bolsas de empleo por internet. Esto, es un grave error, ya que dejan de la lado las redes de contacto, una de las principales maneras de posicionarse con éxito en esta búsqueda.
Marcelo Pinto, entrenador de Human Performance Institute (HPI), explica que lo primero es revisar qué gestiones se están haciendo para encontrar empleo, y esto "no solamente significa hacer una revisión del perfil, sino que también analizar cuáles son las redes que se están activando para encontrar trabajo, entendiendo que las redes no sólo son los portales donde se ofrece, sino que también donde el perfil del candidato tiene cabida en términos de experiencia, formación, conocimiento e inquietudes".
Y es por eso que Pérez y Escandor coinciden en que una de las alternativas es participar en eventos relacionados con el rubro en el que la persona quiere encontrar empleo. La idea, dice la coordinadora de Adecco Chile, "es estar donde se encuentran los potenciales contratantes y conocer novedades sobre el rubro para destacar en una posible entrevista. Adicionalmente, siempre es recomendable estar actualizado con respecto a las noticias de la industria".
Y en caso de hacer networking, se recomienda la planificación, no generar redes porque sí. Todo debe ser pensado, opina Escandor, quien aconseja: "Es importante conseguir contactos en redes sociales con empresas en las que realmente te gustaría aplicar".
¿Buscar a un coach?
Los coaches de vida y laborales son de gran ayuda para quienes se encuentran empleados, pero también para quienes están en plena búsqueda. Esto, porque, "muchas veces, nosotros mismos no somos capaces de saber qué característica personal tenemos que destacar al momento de vendernos como un producto. En esa línea, el coach a través de diversas preguntas, va a poder guiar y encontrar el talento a destacar de cada persona", dice Escandor.
Para Pinto, "tener un valor agregado que te diferencie en términos del mercado y también como un producto en términos de competencia, es necesario a partir de un asesoramiento profesional y específico, de manera que permita levantar las competenciasdel candidato y genere un perfil atractivo".
Y todo esto sucede siempre y cuando la persona, coachee en este caso, tenga claridad de la meta. Es así como el coach lo puede ayudar, levantando habilidades y potenciando recursos. Esto hará que el perfil del postulante se adapte a las necesidades del mercado, siempre alineado con sus propias expectativas.
"El tipo de coaching tiene que ver con una meta específica, por lo tanto, es un coaching asociado a un coaching de vida, no tiene que ver con una alineación respecto a una organización como tiene que ser el coaching ejecutivo. Si tiene definido el lugar al que quieres llegar, entonces, el coaching es lo apropiado, pero si lo que necesita es asesoramiento con respecto al perfil, lo que necesita es un asesor especializado", aclara Pinto.
Pero ¿cómo sería ese trabajo? La meta no la define el coach, sino que el coachee. Y es en esta fase donde se establecen los recursos que tiene la persona para poder conseguir el objetivo en el plazo más acotado y maximizando todas las habilidades que estén disponibles. Esas habilidades no son solo las herramientas de formación o desarrollo personal de la persona, sino que también están asociadas a experiencias de su círculo cercano o de su vida que puedan extrapolarse al objetivo que está buscando.
De acuerdo con Pinto, la ayuda de un coach puede aumentar la seguridad del candidato, lo que también contribute en poder identificar el potencial que se tiene y cómo eso configura un modelo de presentación social. "La autoestima, la seguridad y el desafío es algo que se va logrando en la medida en que el proceso es exitoso y se cumple según lo planificado. Las sesiones suelen ser entre 8 y 16", dice Pinto.
Y hasta es posible que la persona se dé cuenta que ese no es el trabajo en el que quiere estar y otra cosa lo que realmente lo motiva. "Este último punto cobra vital importancia, ya que si no encuentras un 'motivo para la acción', no vas a encontrar el motor que te permita levantarte a trabajar cada día y terminarás dándote cuenta que no es el trabajo que querías", dice Escandor.
El error de un perfil de candidato indefinido
Ya sea por desesperación o falta de claridad, muchos candidatos se equivocan en su búsqueda por lo anterior, buscando en solo un lado o arrojándose sin previo aviso: pidiendo trabajo directamente o no teniendo claro sus metas. Esto último, explica Pinto, sucede porque muchas personas no han definido cuál es el lugar que quieren ocupar, lo que genera un perfil que es muy flexible y que es notorio dentro de los procesos de selección.
"Cuando el perfil de una persona es indefinido e intenta abarcar muchas competencias y habilidades para generar un perfil que se adecúe a cualquier tipo de trabajo, termina dando la sensación de inespecificidad, sin una especialización, sobre todo, en el ámbito técnico y profesional. Lo que se necesita es mitigar las brechas que existen en un trabajo con las competencias profesionales que tiene el candidato", dice el entrenador de HPI y también psicólogo.
En el caso de pedir trabajo directamente, Escandor no lo recomienda, debido a que "si bien se conocen algunas historias de éxito, no es lo más recomendable. De hecho, está acción inmediatamente puede demostrar al otro que la persona no está en el mercado y que no lo están buscando". Además, estos tomadores de decisiones muchas veces están ocupados y escuchan estas peticiones habitualmente. Llegar como uno más puede que no sea la mejor estrategia, porque no existe ningún atributo diferenciador, por el contrario, "si generas el contacto en un lugar inesperado o de una forma novedosa, vas a destacar desde el inicio tomando ventaja de la situación", conlcuye la coordinadora de Adecco.
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