El país atraviesa una grave crisis económica y una aguda escasez de alimentos básicos y medicinas.
Abc. La tasa de mortalidad materno-infantil prácticamente se vio duplicada en Venezuela, que actualmente atraviesa una grave crisis económica y una aguda escasez de alimentos básicos y medicinas.. Según datos del Ministerio de Salud Pública ascendió de 68 (en 2013) a 130 fallecimientos por cada 100.000 nacidos vivos en 2016, lo que agudiza la situación sanitaria del país caribeño, gobernado por el socialista Nicolás Maduro.
La meta del milenio para 2015 exigía que las cifras de mortalidad materna no superaran los 14 decesos por cada 100.000 nacidos vivos registrados. En la actualidad, Venezuela supera 9 veces más la tasa que pedía las Naciones Unidas.
A finales de noviembre pasado, varios países instaron al gobierno chavista a permitir que expertos de la ONU hagan un examen periódico universal de la situación de los derechos humanos. Sin embargo, la canciller Delcy Rodríguez se mostró reacia e impuso condiciones, además de indicar que “los logros y avances son innegables” en su país en materia de DD.HH., ya que garantizan el desarrollo educativo, de salud, vivienda, alimentación y la inclusión política.
Según el ex ministro de Salud venezolano José Félix Oletta, unas 750 parturientas fallecieron en hospitales tan solo en 2016 por causas asociadas al embarazo o parto prevenibles de existir una sistema adecuada de asistencia.
“Son 59 años de retroceso en comparación con lo que veníamos desarrollando. En 1957 esa era la mortalidad que había, antes del comienzo de la democracia en 1958”, precisó el médico en una entrevista al periódico venezolano El Nacional.
En mayo de 2012, ocho de los 10 centros de salud del área metropolitana de Caracas en donde atienden parturientas, contaban con 887 camas obstétricas, según los reportes más recientes de la cartera sanitaria, pero cuatro años después la cifra desciende a 590 camas menos, es decir solo disponen de 290, según datos divulgados por el periódico venezolano.
Las cifras son aun más alarmante cuando se habla de niños menores de un año: la tasa sube de 14,7 fallecidos en 2013 a 18,6 por cada mil nacidos vivos en 2016, lo que representa al cerrar ese año unos 10.500 bebés fallecidos, refiere la publicación.