En al menos la mitad de los 24 estados del país petrolero el suministro eléctrico ha regresado intermitentemente por horas. Las clases y la jornada laboral fueron suspendidas hasta el jueves a la espera de que se restablezca el servicio.
Caracas.- Venezuela sufría el miércoles el tercer día de un nuevo apagón eléctrico después de que el servicio fuera interrumpido en varias zonas de Caracas y en el interior del país, mientras el Gobierno trabajaba “sin descanso” para restablecer la luz en toda la nación.
Desde la tarde del lunes, cuando según el Gobierno, un “ataque terrorista” dejó sin electricidad al país, autoridades han tratado de reponer el servicio hasta ahora sin éxito ante las afectaciones provocadas por lo que llamaron un incendio “provocado” en el mayor complejo hidroeléctrico venezolano.
En al menos la mitad de los 24 estados del país petrolero el suministro eléctrico ha regresado intermitentemente por horas. Las clases y la jornada laboral fueron suspendidas hasta el jueves a la espera de que se restablezca el servicio.
“Tengo amigos fuera de Caracas que tienen más de 30 horas sin luz. Creo que esta vez será peor que el primer apagón”, dijo Julio Barrios, un contador de 60 años en Caracas, en referencia al masivo corte de luz de principios de marzo que dejó en tinieblas gran parte del país por casi una semana.
“Hay mucha gente que quiere trabajar pero no hay transporte y si no hay trabajo el país se paraliza”, agregó en una zona comercial de la capital que lucía desierta. Barrios dijo que cree que la falta de mantención es la causa principal de los apagones y no los “ataques terroristas” como dice el Gobierno.
En Caracas y las principales ciudades del país los locales comerciales, bancos e instituciones permanecían cerrados por segundo día consecutivo. El metro y los ferrocarriles no funcionaban por lo que el transporte público terrestre era muy requerido aunque no contaba con unidades suficientes por la falta de repuestos.
El apagón también afectaba las operaciones en el principal terminal de exportación de petróleo, Jose. El resto de la industria petrolera, vital para la economía del país, no reportaba fallas porque cuenta con suministro propio.
“Hoy (miércoles), a las 5.04 de la mañana, debido a que todavía no hemos podido poner en funcionamiento los equipos dañados por el ataque terrorista, se suscitó una falla en una línea (de transmisión) que generó inestabilidad en el sistema y pérdida de carga en una parte del territorio nacional”, explicó el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.
“En tiempo récord, a las 9 de la mañana, habíamos logrado energizar gran parte de la región capital y vamos a continuar”, agregó en declaraciones al canal estatal VTV. “No descansaremos hasta tanto se haya restituido con suficiente robustez todo el sistema eléctrico nacional”.
Hospitales a oscuras. Especialistas sostienen que los cortes de luz son producto del deterioro en el servicio tras años de falta de inversión en el sector, nacionalizado en 2007 por el fallecido presidente Hugo Chávez. Tras los últimos cortes, según expertos, el sistema eléctrico está aún más vulnerable.
La falta de luz también afectaba el servicio de agua potable, dejaba hospitales sin energía y generaba el colapso de la banca electrónica, vital por la escasez de efectivo en un país con hiperinflación.
El médico Julio Castro, de la ONG “Médicos por la Salud”, aseguró en Twitter que hasta la noche del martes más de la mitad de los 21 principales hospitales públicos del país no tenían luz y operaban con plantas eléctricas, aunque, en al menos dos casos, no funcionaban.
En el estado Aragua, al centro-norte del país, una paciente de 81 años que requería asistencia mecánica para respirar, falleció el martes al no poder ser trasladada porque los elevadores del hospital en el que se encontraba no funcionaban por el apagón, dijo el médico Castro.
Durante el masivo corte de luz que afectó a Venezuela tres semanas atrás, “Médicos por la Salud” reportó que 24 personas fallecieron en hospitales por causas relacionadas al apagón.
El gobierno de Nicolás Maduro no se ha pronunciado sobre las muertes en los hospitales, en medio de una aguda crisis económica, con escasez de medicinas, alimentos y repuestos.