Los expertos en respuesta a brotes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la alianza de vacunas GAVI ya están hablando con Merck, el fabricante líder de inmunizaciones contra el ébola, para reevaluar cuánto mayores deben ser las reservas mundiales de dosis.
Cada vez hay más dudas sobre si la reserva mundial de emergencia de 300.000 dosis de vacuna contra el ébola es suficiente para controlar futuras epidemias, a medida que la enfermedad mortal se traslada desde áreas boscosas rurales a megaciudades.
Los expertos en respuesta a brotes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la alianza de vacunas GAVI ya están hablando con Merck, el fabricante líder de inmunizaciones contra el ébola, para reevaluar cuánto mayores deben ser las reservas mundiales de dosis.
“Estamos activamente comprometidos con la Organización Mundial de la Salud y con grupos como GAVI, el gobierno de Estados Unidos y otros para tratar de comprender cuál será un tamaño de reservas adecuado en el futuro”, dijo la directora de investigación clínica de Merck, Beth-Ann Coller, en una entrevista telefónica.
El suministro de la vacuna de Merck, que actualmente se está usando para combatir un brote de ébola en el este de la República Democrática del Congo, no es un problema en este momento, según el director general adjunto de Preparación y Respuesta a Emergencias de la OMS, Peter Salama.
Pero la naturaleza de los brotes de ébola está cambiando, dijo Salama a Reuters. A medida que el virus sale de las aldeas rurales hacia entornos urbanos populosos, los planes sobre cómo contenerlo en el futuro también deben cambiar.
“Lo que me preocupa es la reserva a mediano y largo plazo. La cifra de 300.000 se basó en gran medida en brotes previos de ébola en los que nunca tuvo un gran número de casos porque estaban en poblaciones aisladas y rurales. Pero ahora, cada vez vemos más ébola en megaciudades y pueblos”, agregó.
“Necesitamos verlo ahora como una enfermedad urbana y rural, y por lo tanto una que requiera un orden de magnitud diferente de preparaciones, incluidas las vacunas”, precisó Salama.
La vacuna experimental contra el ébola de Merck, conocida como rVSV-ZEBOV, es la de desarrollo más avanzado. Otra vacuna potencial de Johnson & Johnson también podría eventualmente convertirse en parte de las reservas, según funcionarios de salud global.
La vacuna de Merck ha demostrado ser segura y efectiva en ensayos en África occidental, pero aún no ha sido aprobada por los reguladores europeos y estadounidenses, por lo que se usa en el brote del Congo bajo reglas de emergencia especiales para productos experimentales.
Cuando reciba la aprobación, que Coller espera que sea en 2019, se realizará en una planta de fabricación en Alemania. Coller dijo que Merck aún no tiene claro cuántas dosis al año, o al mes, podría producir, pero enfatizó que la empresa “trabajará en colaboración con las agencias de salud pública para hacer nuestro mejor esfuerzo para apoyar su necesidades”.