El vehículo sera lanzado en 2019 en la ciudad de Hamburgo, Alemania.
Los coches eléctricos serán un objeto de consumo por parte del gran público. Pero no hay que olvidar que el sector del transporte por tierra hace millones de kilómetros cada mes, con camiones y furgonetas. Aquí existe también una oportunidad para ahorrar emisiones y, también, para vender vehículos.
Sin embargo, en los camiones y en las furgonetas eléctricas no se ha trabajado con tanto ahínco. Pese a ello, hay ejemplos de camiones eléctricos, como el Tesla Semi. Pero aún no están disponibles comercialmente. Al menos los vehículos pesados. Sí hay, en cambio, ejemplo de furgonetas o camionetas eléctricas, empleadas para el reparto. Las dos compañías paqueteras más internacionales, DHL y UPS, son quienes más se han atrevido con estas incorporaciones.
Ahora, uno de los pesos pesados en la fabricación de los camiones tiene listo su primera apuesta para lanzarla comercialmente. La compañía sueca tiene previsto lanzar en 2019 un vehículo destinado a recoger la basura en la ciudad de Hamburgo. Este centro portuario servirá como banco de pruebas al fabricante, para comprobar cómo se comporta su diseño en la realidad.
El primer camión eléctrico de Volvo pone por delante de Daimler, Scania o Tesla al fabricante sueco (perteneciente al grupo chino Geely). Por el momento, el vehículo se dedicará a recoger cargas relativamente poco pesadas. Aunque es previsible que aumente el peso paulatinamente.
La migración a los motores eléctricos
Hay que destacar también que la ciudad de Hamburgo no tendrá un papel pasivo. Las autoridades cuentan con un plan para migrar sus camiones actuales. El camión eléctrico de Volvo será el primero de una nueva generación. Se espera que en cinco años más de la cuarta parte de estos vehículos tenga motor eléctrico.
No es de extrañar que las grandes marcas estén apostando por camiones eléctricos. Con la tecnología actual es posible crear baterías adecuadas para estos vehículos. Una muestra de ello es el camión volquete creado a partir de un ejemplar de la japonesa Komatsu. Se desmontó uno de estos monstruos, empleados en minería y construcción, para cambiarle el motor y colocarle una batería de 700 KWh. Es una capacidad mayor que la de un autobús de pasajeros eléctrico.
Una proeza técnica de este calibre demuestra que los camiones pesados son solo cuestión de tiempo. Eso sí, los fabricantes sacarán primero al mercado vehículos más ligeros. Hay que entrar poco a poco en un terreno que aún es desconocido para todos.