A través de la editorial independiente Dark Horse, Chuck Palahniuk lanzará diez números que integrarán la segunda parte de su novela publicada originalmente en 1996.
Para hablar de "El club de la pelea", hay que romper la primera y segunda regla de esa sociedad: “nadie habla sobre el club de la pelea”. La película de 1999 no se volvió un clásico de la noche a la mañana. La violencia y el mensaje anticapitalista que reinaban en el filme exigieron que su director David Fincher tuviera que hacer todo en sus manos para convencer a los estudios 20th Century Fox de que la historia valía la pena.
Convencido por un productor amigo en tratar a la obra como si fuera una gran producción de Hollywood y no una obra independiente de valor puramente artístico, Fincher fichó a Edward Norton y Brad Pitt. Las entonces dos estrellas ascendentes de cine protagonizaron la historia de un oficinista anónimo y con insomnio que conoce al excéntrico vendedor de jabones Tyler Durden. Ambos fundarán un extraño club masculino de peleas callejeras, entre otros enredos de tinte anarquista.
Hoy el filme es una película de culto. Su reconocimiento creció año a año después de su estreno inadvertido y, además de iniciar una tendencia de clubes de peleas verdaderos, le valió a Fincher y a sus actores los laureles de la industria y el público.
Pero ellos no fueron los únicos en celebrar el éxito de "El club de la pelea". Quien probablemente haya festejado aún más haya sido el escritor Chuck Palahniuk, autor del libro en el que se basó el filme y con el que logró entrar en la mira del mundo editorial.
Un regreso diferente
Quince años y varias novelas publicados después, Palahniuk decidió visitar nuevamente su obra más célebre, aunque de una manera atípica. El estadounidense publicó este miércoles pasado "Fight Club 2", una continuación oficial de su novela. Pero optó por ir un camino diferente al de las letras y el cine, y eligió un medio que combinara ambos lenguajes: el cómic.
A través de la editorial independiente Dark Horse, encargada de publicar las historias "Hellboy" y "Sin City", Palahniuk lanzará diez números que integrarán la segunda parte de su novela publicada originalmente en 1996.
Para su incursión en la historieta, no solo se valió del artista David Mack para confeccionar una serie de portadas dignas de enmarcarse, sino que la ilustración del cómic está a carga de Cameron Stewart. Si bien el ilustrador comenzó a hacerse conocer con su tira virtual Sin Título –digna de una película de David Lynch–, fue gracias a su trabajo en la historieta Batgirl de DC Comics que alcanzó renombre. Al diseñar un nuevo traje y personalidad para el personaje, la nueva Batichica se convirtió en un ícono feminista y de gran aceptación para los lectores jóvenes.
Con esos artistas, Palahniuk sitúa la secuela diez años después del desenlace de El club de la pelea. En él, el protagonista interpretado por Norton se disparaba en la boca para eliminar a Tyler Durden (Pitt), una figura creada en su cabeza por su desorden de personalidad.
Diez años después y sin rastros de la figura del caótico Durden, el protagonista, ahora llamado Sebastian, se asienta en la vida suburbana de Estados Unidos. Tiene una esposa, una casa, un trabajo y un niño de 9 años. Abandonó toda idea de revolucionar a la sociedad tratando de eliminar la cadena de producción en masa y sobretodo, las peleas callejeras con extraños. Su asentamiento ciudadano se debe gracias a unas pastillas que lo mantienen al día con su equilibrio mental.
© chuckpalahniuk.net
Con el estilo perverso que ha caracterizado a su pluma, el puntapié que Palahniuk toma para iniciar la historia comienza cuando Marla, la esposa del protagonista y adicta a los grupos de ayuda, comienza a cambiarle los medicamentos con el fin de que la figura de Durden vuelva para revolucionar su monótona vida.
"Fight Club 2" #1 se puede comprar digitalmente hoy por US$3,99 en el sitio oficial de Dark Horse. Tras la publicación de los diez tomos, es probable que la editorial los coleccione en un solo volumen integral.
Ya sea para los fanáticos de Palahniuk, Fincher o Pitt a fines de los noventa, la historieta tiene todos los ingredientes para ser uno de los eventos literarios más llamativos del año, aunque técnicamente no se permita hablar de ello.