Representantes del sector cuestionaron desde Davos las propuestas para regular al sector. "Es entretenido pegarle a los bancos si usted no gana terreno con la salud", afirmaron.
Davos, Suiza. Los ejecutivos de Wall Street reaccionaron el jueves al plan del presidente estadounidense, Barack Obama, de limitar el tamaño de los grandes bancos, cuestionando que las propuestas reafirmadas en su discurso del Estado de la Unión puedan convertirse en ley.
Obama puso a la creación de empleo en el primer lugar de la agenda en su discurso anual al Congreso y se comprometió a no abandonar su lucha por reformar la salud, pese a perder un escaño clave en el Senado en Massachusetts, lo que elevó las dudas sobre su liderazgo.
El mandatario insistió en sus críticas contra el "mal comportamiento" y la imprudencia de Wall Street, que provocó la peor crisis económica desde la década de 1930 y llamó al Congreso a aprobar leyes fuertes de regulación financiera, pese al intenso cabildeo del sector.
Howard Lutnick, presidente ejecutivo del banco de inversión privado Cantor Fitzgerald, dijo a la agencia Reuters en el Foro Económico Mundial que Obama estaba llevando a cabo "una batalla populista contra los bancos".
"Es entretenido pegarle a los bancos si usted no gana terreno con la salud", agregó en el centro vacacional de invierno de Davos en Suiza.
Obama remeció a los mercados el pasado 21 de enero al proponer que los bancos comerciales deberán cortar sus lazos con los fondos de cobertura y de capital privado, y detener sus operaciones propias de intermediación. También sostuvo que el sector financiero debía pagar por el enorme rescate que recibieron de los contribuyentes.
El miércoles, líderes empresariales en el encuentro anual de Davos advirtieron a los gobiernos occidentales que tomar medidas enérgicas sobre la industria financiera sin coordinarlas podría poner cortapisas a la aún frágil recuperación.
En su mensaje del Estado de la Unión, Obama prometió lanzar duras regulaciones sobre Wall Street, pero dijo: "Miren, no estoy interesado en castigar a los bancos, estoy interesado en proteger nuestra economía".
Difícil camino para ser ley. Consultado por si estaba preocupado por los planes de Obama, Lutnick dijo: "Como toda regulación, es preocupante, porque no sabes si es un tanque que dispara en todas direcciones".
"Es muy popular dispararle a los bancos, pero olvidando que los bancos son el principal motor de la economía, que ellos proveen la liquidez y el financiamiento para que la gente haga crecer sus empresas, y si usted se mete implacablemente contra ellos, los va a obligar a pensar", acotó.
John Studzinski, jefe global del grupo de asesoría del fondo privado Blackstone Group, cuestionó la posibilidad de que las propuestas de Obama se aprueben en el Congreso.
"El diablo están en los detalles", dijo a Reuters. "No hemos oído todavía los detalles. Mucho de esto tiene que ver con la ejecución", comentó.
"El mercado probablemente se sentirá aliviado si él no viene con otro ataque nuclear sobre Wall Street. Va a haber una continua diatriba contra Wall Street, pero al final del día, aunque salgan buenos titulares, no estoy seguro que al ciudadano promedio le importe mucho Wall Street, a ellos les preocupan sus empleos y su dignidad", comentó en una entrevista.