Si bien se enfocan en responder mensajes que envían otras personas, no se busca que implemente una estrategia creativa, ni que posteen o generen contenido.
A medida que avanza la tecnología surgen nuevas profesiones anteriormente desconocidas o directamente inexistentes, muchas de ellas para desarrollar tareas en forma remota e impensadas tiempo atrás.
Uno de los pedidos de empleo más novedosos del último tiempo son personas que se dediquen a responder mails, chats de redes sociales y mensajes de whatsapp. Hay personas que tienen tal volumen de correos y mensajes que están optando por contratar un asistente exclusivamente para atender esta tarea: sin bancos, sin manejar la agenda, sin servir café, sin realizar trámites ni reservas de vuelos y hoteles.
Esta tarea es 100% reactiva y justamente es esto los que los diferencia de los community managers. En este caso se trata de responder a mensajes que envían otras personas, no se busca que implemente una estrategia creativa, ni que postee o genere contenido en nombre del jefe.
Como herramienta de trabajo, la mensajería instantánea, a diferencia del e-mail, demanda respuestas inmediatas y casi en tiempo real. Los asuntos “queman” y el objetivo de este nuevo puesto es administrar las respuestas con celeridad y gestionar el intercambio con los contactos para que el ida y vuelta de la comunicación sea, verdaderamente instantáneo y que ningún contacto pueda aducir que su mensaje llegó, fue recibido, y aún así quedó sin contestar.
Debido a la importancia de la información, se recomienda en estos casos firmar un contrato de confidencialidad para que el empleado no pueda revelar los datos a los que accede. Y es que el manejo de celular y las cuentas en redes sociales implica alto grado de idoneidad y compromiso, donde un paso en falso o un emoji inadecuado pueden provocar situaciones incómodas o prender la mecha de la crisis de la comunicación externa o interna de cualquier organización.
Antonia Bensusan, responsable de Marketing y Comunicación para América Latina de Freelancer.com, reflexiona sobre este tipo de profesiones o trabajos agregando que “hace no tantos años nos sorprendíamos ante la posibilidad de contratar a un asistente virtual que nos tome las llamadas, nos arme la agenda o directamente que se ocupe de trabajos rutinarios o de hasta enviar flores, todo de forma remota, y hubo una proliferación de empresas que brindaban estos servicios. Hoy, con el acceso a Internet cada vez más masivo, y el crecimiento de plataformas como Freelancer.com, se sigue desintermediando el trabajo, poniendo en contacto directamente, como en éstos casos, a quien precisa que le manejen sus aplicaciones de mensajería o redes sociales con la persona dispuesta a hacerlo, y de esta manera innovando cada vez más y con mayores beneficios para los involucrados en el mercado del trabajo”.
Lo interesante de estas nuevas profesiones es que pueden ser desarrolladas por personas de todas las edades: no se necesita ser usuario avanzado de tecnología ni es obligatorio, como podría pensarse, ser un millennial para acceder a esta posición.
Es suficiente con entender cómo funciona la mensajería instantánea, mucha concentración, espíritu dinámico para desplazarse por los contactos y dar respuesta inmediatas y múltiples.
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