La cifra fue entregada por PNUD presentando tres factores: los gastos con el diagnóstico y el tratamiento, la pérdida de ingresos del turismo y la pérdida de productividad.
El costo del virus zika en América Latina y el Caribe se estima entre US$ 7.000 y US$ 18.000 millones de 2015 a 2017, de acuerdo con un informe presentado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El documento titulado "Evaluación socioeconómica del impacto del virus zika en América Latina y el Caribe: Brasil, Colombia y Surinam como estudios de caso", busca aportar respuestas contra el virus.
Los investigadores presentaron tres factores para estimar los costos socioeconómicos del zika en la región: los gastos con el diagnóstico y el tratamiento, la pérdida de ingresos del turismo y la pérdida de productividad.
En el informe se usaron también tres escenarios para determinar el impacto potencial del virus: escenario basal (tasa de infección actual), escenario medio (20% de la población infectada) y escenario alto (73% de la población infectada).
"Si bien se prevé que las economías más grandes, como Brasil, asumirán la mayor parte del costo absoluto, las mayores repercusiones se percibirán en los países más pobres, que pueden perder cada año 1,13% (Haití) y 1,19% (Belice) del PIB", agregó.
El informe señaló impactos como "una carga inmediata en los sistemas de cuidado de la salud y el bienestar social y, a largo plazo, puede poner en peligro los logros de décadas en la atención sanitaria y la promoción del desarrollo social obtenido tan duramente".
La infección por el zika presenta síntomas similares a los de otras infecciones por arbovirus, entre ellas el dengue, y consisten en fiebre, erupciones cutáneas, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, malestar y cefaleas, suelen ser leves y durar entre dos y siete días.
La transmisión ocurre principalmente a través del mosquito Aedes aegypti, pero recientemente investigadores brasileños demostraron que el virus también puede ser transmitido por el mosquito común.
Tras un examen exhaustivo de los datos, se llegó a un consenso científico sobre la relación causal entre el virus zika y la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré.
Entre 2015 y 2016, Brasil sufrió una epidemia de zika que resultó en decenas de casos de microcefalia en bebés, en la región noreste, la más pobre del país, lo que obligó al gobierno a decretar el estado de emergencia sanitaria.
El informe presentado en conferencia de prensa fue preparado por un equipo de expertos dirigido por el PNUD, en colaboración con la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), el Instituto de Salud Global de Barcelona y la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.).