Ser diestro o zurdo es una característica que no solo se ve en el uso de las manos, de los pies, o en el lado hacia el que los seres humanos besamos, sino también en diversas actitudes que presentan los animales.
Hoy sabemos que diversos genes y el medio medio ambiente influyen en la habilidad de nuestras manos. Sebastian Ocklenburg, de la Universidad Ruhr, de Bochum, investiga la lateralidad y las asimetrías cognitivas en humanos y animales. Con motivo del Día Internacional de los Zurdos, hablamos con el biopsicólogo sobre gatos, besos y Leonardo da Vinci.
DW: Entre el 85 y el 90% de todas las personas son diestras. ¿Es esta preferencia por el lado derecho también aplicable a otras partes o actividades del cuerpo?
Sebastian Ocklenburg: Sí, hay muchas asimetrías. Un buen ejemplo es besarse. Al besarse, todos debemos girar la cabeza hacia un lado. Si la giramos hacia el otro lado, hacia el que habitualmente no usamos para besar, nos sentimos incómodos. ¡Haga la prueba!
- ¿Hay algún otro ejemplo?
Los pies. Se puede observar que la mayoría de los jugadores de fútbol prefiere un pie cuando dispara al arco. Hay algunos, como Lionel Messi, que pueden disparar igual de bien con ambos pies. Estos jugadores tienen una gran ventaja.
Más allá de esas asimetrías motrices, también hay asimetrías sensoriales. Por ejemplo, cuando las personas miran a través de un telescopio con los ojos, casi todo el mundo usa el mismo. Cuando ponen una oreja para escuchar sonidos tras la puerta, casi todos prefieren usar un oído en especial, incluso si tienen la misma capacidad de audición en ambos oídos.
- ¿Una persona zurda, usa también, preferentemente, el pie izquierdo?
A veces. Las asimetrías motrices están fuertemente relacionadas. Si soy zurdo al usar las manos, por lo general también soy zurdo al utilizar los pies, y beso volteando la cabeza hacia el lado izquierdo. Pero esto es independiente de las asimetrías sensoriales de oír o ver. Estas también están relacionadas, pero son independientes de la lateralidad de las manos.
- ¿Hay tales asimetrías también en los animales?
Sí. Acabamos de concluir un estudio sobre la preferencia de gatos y perros a dar la mano derecha o la izquierda. Pero, a diferencia de los humanos, la distribución aquí es por mitades iguales. Hay aproximadamente la misma cantidad de animales zurdos que diestros.
- ¿Cómo se establece la preferencia de los animales por la izquierda o la derecha?
En la mayoría de los casos, al animal se le asigna una tarea en la que debe atrapar la comida con una pata. Si la mascota, por ejemplo, usa diez veces la misma pata para alcanzar a la comida, entonces es diestra, si emplea la mano derecha, o zurda, si lo hace con la izquierda.
- ¿Pero, por qué hay estas preferencias? ¿Por qué algunas personas son zurdas y otros diestras?
La lateralidad tiene muy poco que ver con nuestras manos. La parte decisiva la juega el cerebro, que en los humanos está dividido en dos hemisferios: el derecho y el izquierdo. Que alguien sea zurdo o diestro depende de cuál de los dos hemiferios cerebrales es particularmente bueno en la ejecución de tareas que requieren la motoricidad fina.
La mitad izquierda del cerebro regula la actividad de los diestros, y la derecha, la de los zurdos.
Ese intercambio lateral se debe a que los nervios se cruzan en la médula espinal. El lado izquierdo del cerebro siempre controla la mitad derecha del cuerpo, y viceversa.
- ¿Funcionan los cerebros de diestros y zurdos de manera diferente? ¿Es cierto que los zurdos son más inteligentes, o más creativos que los diestros?
No. En la década de los 70 hubo algunos estudios mal realizados que llegaron a esa conclusión. Pero estos han sido refutados varias veces. Los zurdos no son ni más inteligentes ni más creativos que los diestros. Lamentablemente, este resultado es mucho menos interesante.
- ¿Y qué pasa con toda una serie de personajes famosos que, supuestamente, eran zurdos?
Leonardo da Vinci, por ejemplo, era presuntamente zurdo. Pero si nos fijamos en la literatura científica sobre el tema, queda claro que esta afirmación se basa en un solo retrato en el que da Vinci pinta con la mano izquierda. Aquí, empero, se oculta el hecho de que en el mismo cuadro se ve que Da Vinci tiene vendado el brazo derecho, así como que, en otros retratos, se lo ve pintando con la mano derecha.