Si un lector más atento a la política chilena se informara de los resultados que las dos principales encuestas nacionales dieron a conocer el mismo día, lo más probable es que concluyese que, dada las diferencias en sus cifras, no están representando fielmente la percepción de los chilenos y, en consecuencia -como está ocurriendo en varios países-, no son confiables e inducen a error a los tomadores de decisión en el ámbito de la política.
Siendo rigurosos frente a la crítica, esto no es cierto, ya que ambas usan métodos distintos para conocer la opinión de nuestros connacionales: una es telefónica y la otra es domiciliaria, una es mensual (Adimark) y la otra es semestral (CEP) y ambas tienen trabajo de campo en fechas distintas.
Más allá de la calidad respecto de la “foto” de la realidad que nos brindan las encuestas, lo clave es que hoy este lector y elector -en general poco informado- podría llegar a una conclusión obvia: el próximo presidente de Chile -si mantiene su candidatura a noviembre de 2017-, sería el senador independiente Alejandro Guillier.
¿Por qué esta afirmación tan temeraria y tan a largo plazo, si las encuestas citadas no permiten sustentarla? Cuatro datos de la encuesta CEP para fundamentar a nuestro lector y elector, que no es un experto y que tiende a expresar juicios que no requieren mayor demostración empírica:
1. El ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006), principal contendiente dentro de la coalición de gobierno, tiene sólo 5% de apoyo, cifra que no ha variado en el tiempo, perdiendo preferencias en el sector urbano y, en consecuencia, difícilmente podrá revertir su estancamiento. Más aún, bajó 12 puntos en la evaluación positiva respecto de agosto de 2016. El desafío del ex mandatario estaría más bien en cómo salir del proceso electoral sin deteriorar su imagen pública, aún ligada al de un Estadista.
2. El principal rival de Guillier, entonces, no está en su coalición sino en la derecha: el ex presidente Sebastián Piñera (2010-2014).
3. Frente a la pregunta sobre quién le gustaría que fuera el próximo presidente de Chile, Piñera obtiene seis puntos más comparado con la misma encuesta de agosto de 2016, y llega a un 20%. Pero Guillier pasa del 1% al 14%. Dicho en otras palabras, duplica a Piñera.
4. Y la razón más relevante: Guillier se mantuvo como el político mejor evaluado con un 47%, mientras que Piñera alcanza sólo el 34%.
El problema para nuestro lector y elector es que, si considera que un 49% de los encuestados no manifestó preferencia y aún faltan once meses para la elección, podría tener una duda razonable respecto de Alejandro Guillier como próximo Presidente de Chile. No obstante, si tuviera que apostar a un ganador y no adscribiera a partido político alguno, probablemente se la jugaría por el Senador de la Región de Antofagasta.
Parafraseando a la germana Noelle Neumann, frente a este último escenario hay un carro de la victoria al cual muchos van a querer subirse en la larga marcha hacia noviembre de 2017.