Pasar al contenido principal

ES / EN

Argentina ha vuelto al mundo
Lun, 20/06/2016 - 10:36

Marcela Chacón Sierra

Colombia en tiempos de incertidumbre: el que no arriesga, no gana
Marcela Chacón Sierra

Marcela Chacón Sierra es analista para América Latina del área de Research and Business Intelligence de Transactional Track Record. Es comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana (Colombia) y tiene estudios de Máster en Periodismo Económico de la Universidad Rey Juan Carlos (España).

Tras el fin del kirchnerismo y bajo el nuevo mandato del presidente Mauricio Macri, Argentina vuelve a abrir sus puertas a un escenario que cada vez cobra más fuerza en el ámbito internacional. Esta apuesta por la apertura económica basada en una política de estabilización, en las exportaciones, así como en la reactivación de sus acuerdos comerciales, ha hecho que la nación suramericana ahora se convierta en la ‘vedete de América Latina’ para el mundo de las inversiones.  

Y es que, para llegar a donde se encuentran en poco menos de un año, son varias –y significativas- las medidas que han acelerado el regreso de los inversores al país: la abrupta devaluación del peso argentino de más del 30% en un solo día en el mes de diciembre, el final del cepo cambiario, la eliminación de algunas retenciones agropecuarias y de exportaciones, la normalización del Indec y del Banco Central, sumado a su fuerte internacionalización, figuran entre las principales razones empleadas por aquellos que definieron aumentar su apuesta local.

Este cambio radical en la política exterior, reflejada en los encuentros con los presidentes de Estados Unidos, Colombia, Francia e Italia, lo pude revalidar en un foro económico en Madrid, en donde el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina, Alfonso Prat Gay, se reunió con su homólogo de España, Luis de Guindos. 

Allí, los funcionarios hablaron de las medidas llevadas a cabo desde diciembre de 2015, acordaron nuevas oportunidades de inversión, e incluso sanaron viejas heridas económicas que ha dejado esta relación bilateral en los últimos años, especialmente por la decisión del gobierno argentino con respecto a la expropiación de YPF a la ibérica Repsol en 2012. 

Desde luego, este evento acaparó los titulares de prensa en Europa, ya que esta era una señal de cambio en la relación bilateral, pues desde hace más de diez años un titular de esta cartera no visitaba España: un país estratégico y que a lo largo de la historia ha competido con los norteamericanos por el primer lugar como inversor extranjero en Argentina, según últimos datos disponibles del Banco Central de Argentina. 

Y es que, pese a que muchas economías socias no están funcionando del todo debido al desaceleramiento de la economía mundial, el país suramericano está jugando sus mejores cartas para ejecutar unos giros económicos y políticos -poco populares pero necesarios- que podrían potencializar los mercados de capitales y reflejar un contraste desde el punto de vista de la confianza y la credibilidad. 

Ahora, la más reciente decisión de la Alianza del Pacífico en aceptar la solicitud de  Argentina de integrarse a este bloque como país ‘observador’ ha sido todo un gesto político que impactará en gran medida en el entorno inversor: con ello, las puertas del Mercosur estarán abiertas a un espacio que, hasta hace unos años, era resistido por el eje bolivariano, por el kirchnerismo y el chavismo a la cabeza, por diferencias ideológicas.

Además, esta decisión de la Alianza, llega en un momento en que el país apunta a mejorar la reputación en el exterior y en adquirir una mayor autonomía del Mercosur. Justo en un momento en el que su gran aliado, Brasil, se encuentra en una profunda crisis económica. 

Para nuestro país protagonista, esta nueva señal refleja una clara oportunidad para llegar a mercados estratégicos: por obtener solo una arista, en Latinoamérica hay alrededor de 110.000 empresas exportadoras, de las cuales 65.000 están en Chile, Colombia, México o Perú, países que componen la iniciativa de integración regional Alianza del Pacífico. Esta cantidad no sólo es casi el 60% de las firmas exportadoras de la región, sino también el doble de las que existen en su grupo Mercosur. De ahí la importancia económica de que el Gobierno Macri busque un acercamiento al bloque.

Estos datos son una muestra del nuevo dinamismo del mercado argentino en el cambio macroeconómico con respecto a los últimos años, donde las compras y ventas de empresas se encontraban limitadas a las trabas financieras existentes y donde se ha pasado de la tendencia de retiradas de jugadores internacionales, a la llegada de aquellos grandes aliados que consultan las principales movidas de M&A en el ámbito nacional. 

En los últimos cinco meses, Argentina se ha convertido en uno de los países más destacados para invertir en el mercado latinoamericano. Tanto así, que ha desplazado a Colombia en los más recientes rankings y ahora se posiciona como el cuarto país más activo de la región en el mercado M&A después de Brasil, México y Chile.  

Según un informe del mercado transaccional de América Latina del mes de mayo de 2016, elaborado por Transactional Track Record, en colaboración con Ontier, Argentina ha registrado durante el año 91 transacciones, de las cuales 52 son cross border y 29 operaciones tienen un importe no confidencial que suman aproximadamente USD 3,960. 

Las asignaturas pendientes. Claramente, no todas son rosas para el regreso de la inversión: hay acciones cruciales que aún faltan y que serán fundamentales para poder iniciar el camino hacia el desarrollo, lograr la ‘pobreza cero’ y llegar a ser ‘el país de moda’ que alguna vez fue. 

La principal preocupación empresarial concuerda con la temida inflación, el freno del consumo local, la caída del PBI de cerca de un punto, la creciente conflictividad gremial, la apreciación del peso, y los índices de inseguridad local: estas serán las asignaturas pendientes para que los inversores den el visto bueno definitivo a su regreso local.

Sin embargo, soy muy optimista respecto a lo que viene, sobre todo por el potencial que tiene el país. Una nación con una riqueza inigualable, que es capaz de afrontar las más grandes crisis y aún así es capaz de levantarse y cambiar todo el panorama de un continente.  Esperemos que para el final de esta administración, con el cual Argentina ha llegado a un punto de inflexión, devuelva al país su grado de inversión y se convierta en la receta del desarrollo en la región.   

Países