Un estudio de la Universidad de California, San Diego, concluyó que durante la década de 1990 el 25% de las nuevas empresas de Silicon Valley habían sido creadas por inmigrantes, en su mayoría chinos e indios. El mismo estudio lo repitió años más tarde la Universidad Harvard, y concluyó que la cifra de inmigrantes emprendedores en este polo tecnológico había aumentado al 50%, es decir, la mitad de las empresas de ese valle de orgullo americano nació de inmigrantes. En muchos casos, ellos llegaron a los Estados Unidos portando la visa H-1B, un documento de inmigración elaborado por el gobierno con el fin de atraer profesionales altamente calificados.
Hoy cada día hay más empresas en América Latina que tienen dificultad de ejecutivos con el perfil adecuado para cubrir sectores clave en sus compañías y por eso, están ampliando el área de búsqueda de ejecutivos a otros países. Entre los talentos más solicitados se encuentran los ingenieros y gerentes de desarrollo para la construcción, los ejecutivos del área tecnológica y médica, y expertos en minería. Gran parte de los nuevos inmigrantes que están abriéndose paso en América Latina, en su mayoría españoles, viene a esas áreas demandadas por el mercado. Lo que ha generado un aumento de 92% en el flujo de profesionales hispanos entre los años 2007 y 2011.
En paralelo, y en la parte más baja de la pirámide laboral, la escasez de mano de obra en sectores específicos como el agro, la minería y la construcción está generando presión sobre las autoridades para que ellas modifiquen la ley que establece que en las empresas chilenas deben tener 85% de los trabajadores de nacionalidad chilena. La ley actual, eso sí, hace una salvedad en la nacionalidad de los empleados cuando se trata de técnicos especialistas o en el caso de que las compañías tengan un número igual o inferior a 25 empleados.
Chile se ha dado cuenta del poder de los inmigrantes y es por eso, que teniendo como uno de sus referentes la visa especial estadounidense H-1B, se está estudiando un proyecto de ley en esta área. El sistema de las visas rotatorias de Australia, Canadá y EE.UU. fue estudiado por el Ejecutivo y podría haber una excepción legal para que las empresas puedan traer más extranjeros por plazos fijos.
Todavía no se conoce el proyecto de ley, por ende, quedan muchos temas que tendrán que discutirse. Por ejemplo, cómo protegerse de irregularidades o sí será aplicable a todas las áreas de la producción, o estará restringido a aquellas que requieren con urgencia más mano de obra o desarrollo técnico. Lo más adecuado sería tener un mercado abierto para “importar” al mayor número de los mejores talentos, personas calificadas y que estén dispuestas a venir a entregar sus conocimientos y experiencia a nuestro país.
Chile, a cambio, les ofrece inmejorables condiciones económicas y una buena calidad de vida, razones que quedan demostradas en ránkings internacionales en los que nuestro país destaca como uno de los mejores en diversos aspectos. A esto se suma que el costo de vida en nuestro país no es de los más altos de la región, y estamos en el sexto lugar de acuerdo al último estudio sobre costo de vida de Mercer.