En el mundo se estima que hay 880 millones de teletrabajadores, lo que corresponde al 30% de la fuerza laboral a nivel global. En Chile, la cifra es de aproximadamente 400.000 personas, de las cuales, el 2,1% trabaja a honorarios.

Es por esta razón que se justifica plenamente que, con fecha 30 de agosto, el presidente de la República, Sebastián Piñera, haya firmado un proyecto de ley que impulsará el trabajo a distancia y lo regulará. Es importante clarificar las obligaciones y derechos de los trabajadores.

Entre las múltiples ventajas que tiene esta modalidad laboral se cuentan la conciliación de la vida laboral y profesional, especialmente para las mujeres; el ahorro de tiempo para el trabajador que actualmente, en la Región Metropolitana (el Gran Santiago en torno a la capital chilena), tarda entre una y tres horas en llegar a su lugar de empleo; plantillas más motivadas, mayor productividad y ahorro de costos para las empresas que, en el caso de España, según estudios del 2009, ascenderían a 1.200 euros anuales por trabajador, es decir, CH$762.000 (cerca de US$1.500).

Cuando los trabajadores trabajan en casa y no en su oficina, el tiempo total productivo se incrementa de 50% a 89%, el resultado de un ambiente menos ruidoso y de un menor número de interrupciones. Un trabajador de oficina normal es interrumpido 44 veces por día, según un estudio realizado por Oliver Gassmann, profesor de Gestión de la Tecnología, en la Universidad suiza de San Gall.

Los discapacitados, quienes a causa de su condición, muchas veces ven mermadas sus opciones laborales, es otro de los grupos que podrían verse favorecidos gracias a esta iniciativa

A nivel ciudad, dicha forma de trabajar ayudará también a luchar contra la congestión vehicular y la contaminación ambiental, dos factores que deterioran fuertemente nuestra calidad de vida.

Pero para que esta modalidad laboral sea exitosa y beneficiosa para ambas partes, es indispensable que el trabajador por su parte sea disciplinado, responsable y capaz de planificar muy bien en su hogar la jornada laboral. Adicionalmente, es recomendable que habilite en su casa un espacio para el trabajo y que sepa manejar debidamente las tecnologías de la información.

También es conveniente que la empresa convoque a reuniones periódicas para evitar el aislamiento que se puede producir por el hecho de que sus funcionarios se contacten solamente por correo electrónico o conversaciones telefónicas, y que también se brinde la posibilidad de realizar jornadas mixtas, en la que el empleado podrá trabajar, por ejemplo, la mitad de la jornada en su lugar de trabajo, y el resto de ella desde su casa.

El teletrabajo en la Unión Europea tiene una incidencia media del 13%, según un estudio elaborado por la Universidad Carlos III de Madrid, y en los Estados Unidos casi 24 millones de personas trabajan en la actualidad desde casa, lo que supone 16% del total de la población activa. Estas cifras, que se incrementan día a día, no hacen otra cosa más que ratificar que el teletrabajo es la opción laboral del futuro.