Las empresas invierten mucho dinero y tiempo en encontrar al ejecutivo indicado, pero en muchas oportunidades cuando éste ya ha ingresado a trabajar, se le deja solo y la compañía no se encarga de proporcionarle las herramientas necesarias para su integración. El resultado es que el profesional no se adapta a la nueva organización, no entiende los mensajes y se demora en obtener los resultados que se esperan de él. Esto hace que muchos renuncien o sean despedidos durante los primeros 18 meses. Hay cifras que indican que el 40% de los altos ejecutivos fracasan durante este período.
Por ello es necesario aplicar métodos de executive coaching, los que permiten acelerar el proceso de incorporación al nuevo cargo de los altos ejecutivos recién contratados en el menor tiempo posible. Con este plan el directivo contará con las herramientas necesarias para que su integración sea más rápida y efectiva, pues así el profesional comienza a familiarizarse con la forma adecuada de desenvolverse dentro de la nueva cultura organizacional y la manera de trabajar con el nuevo equipo con que deberá interactuar.
La contratación de un programa de executive coaching es una inversión en capital humano, ideal para aquellos puestos donde se requiere obtener resultados profesionales rápidos y disminuir los riesgos de fracaso en la contratación de un determinado perfil de ejecutivo. Adoptar esta medida ayudaría a reducir la alta sucesión de ejecutivos en un mismo puesto laboral, tendencia que con los años se ha incrementado. Según el último estudio realizado por Booz & Company, sobre rotación de CEOs, se determinó que el porcentaje que en el año 2000 era de 12,9%, había aumentado a 14,3% en 2009.
Para que el plan sea eficaz es necesario reconocer las fortalezas y debilidades de los profesionales; esa información se debe cruzar con el perfil del cargo, y diseñar un plan estratégico para el desarrollo profesional del nuevo ejecutivo. Esto es muy necesario, ya que según un estudio realizado por la consultora Sommer Group, el 61% de los profesionales demora más de tres meses en sentirse seguro con su desempeño al incorporarse a un nuevo cargo.
Por la importancia que está adquiriendo este tipo de asesoramiento en el ámbito empresarial, las escuelas de negocios de distintas universidades han comenzado a incluir ramos de coaching y liderazgo, e incluso están elaborando diplomados centrados en este tema. En España, siguiendo la tendencia de los países anglosajones, cada vez es más habitual que los profesionales en cargos políticos, como concejales y asesores, reciban este tipo de asesoramiento.
Además de ser una solución para los nuevos ejecutivos, el coaching es una suerte de “seguro” para la inversión que se ha puesto en la selección de ejecutivos, lo que debería ser una práctica habitual de las empresas del siglo XXI.