En la planificación estratégica, el entorno o el contexto sobre el cual dicha previsión va a ser realizada es particularmente difícil, ya que la dinámica y complejidad de nuestros sistemas políticos, económicos y sociales actuales requieren analizar el impacto de una serie de factores importantes relacionados directa o indirectamente con el ente que realiza la planeación. En la planificación estratégica las entidades utilizan una serie de herramientas eficaces que les permiten lidiar con las incertidumbres del cambio, ya que esta se presenta como un factor fundamental para el desarrollo de la misión planteada y, en muchos casos, dichas incertidumbres pudieran comprometer los procesos de toma de decisiones.
El proceso de análisis estratégico comienza por el estudio de los factores más generales que afectan al entorno. El modelo Pest (abreviatura de factores Políticos, Económicos, Sociales y Tecnológicos) ha sido concebido para analizar el contexto de una institución o unidad de negocio.
Al iniciar el estudio de cómo pueden cambiar los factores contemplados en el modelo, las empresas pueden diseñar su estrategia para adaptarse a las grandes tendencias que afectan a toda la industria.
El análisis Pest surge como una herramienta para definir la posición estratégica de una empresa, identificando los factores que pueden influir en los niveles de oferta y demanda y en los costos de la misma. Al estudiar los cambios de dichos factores contemplados en el modelo, las unidades económicas pueden diseñar su estrategia para adaptarse a las grandes tendencias que afectan a toda la industria.
Este modelo también se ha extrapolado a las naciones, vistas desde la perspectiva de entidades especialísimas llamadas a generar la mayor prosperidad sostenible para sus ciudadanos.
Cada uno de estos factores considera los siguientes aspectos:
*Los factores de índole político-legal se refieren a la legislación del fomento empresarial, las leyes de protección del medioambiente, las políticas impositivas, regulaciones sobre el comercio exterior, regulaciones sobre el empleo, promociones o restricciones de determinada actividad comercial, industrial o financiera, estabilidad gubernamental, entre otros.
*Entre las variables económicas, tenemos evolución del PIB, tasas de interés, oferta monetaria, inflación, desempleo, ingreso disponible, disponibilidad y distribución de los recursos, nivel de desarrollo y ciclos económicos.
*En el ámbito socio-cultural, destacan evolución demográfica, distribución de la renta, movilidad social, cambios en el estilo de vida, actitud consumista, nivel educativo, patrones culturales.
*Por último, los aspectos tecnológicos abarcan gasto público en investigación, preocupación gubernamental y de la industria por la tecnología, grado de obsolescencia, madurez de las tecnologías convencionales, desarrollo de nuevos productos, velocidad de transmisión de la tecnología, entre otros tantos.
Todos estos pueden considerarse como factores del macro-entorno y su utilidad radica en la suposición de que el éxito de una organización en particular o una solución de gestión no puede entenderse sin tener la información relevante para el entorno empresarial específico, el cual se refiere a todos los factores físicos y sociales externos que se consideran en el proceso gerencial.
El análisis Pest asegura que el rendimiento de la empresa esté alineado positivamente con las fuerzas de cambio que estén afectando el entorno empresarial.
Es de gran utilidad al momento de entrar en nuevos mercados y nuevos países, ayudando a adaptarse eficazmente a las realidades del entorno.
En el desarrollo de la concepción teórica del Pest, algunos autores consideran agregar al modelo el factor legal y el medio ambiental, modificando, por tanto, el acrónimo del mismo a Pestel.
Adicionalmente, se ha contemplado la inclusión de la industria como otro elemento, por lo que el modelo pasaría a denominarse Pesteli. Sin embargo, el factor legal puede agregarse al factor político; el componente ecológico, usado para identificar el impacto de nuestro estilo de vida en el medio ambiente (uso de combustibles fósiles y su influencia en el cambio climático), puede añadirse al factor social o, de alguna u otra forma, a cualquiera de los otros cuatro factores; y el industrial puede sumarse al factor económico y tecnológico como también a los otros dos factores.
Es por todo esto que el análisis Pest se presenta como una herramienta de gran utilidad para el análisis del entorno, muy apropiada para comprender el panorama general en el que opera cualquier órgano social, permitiendo un correcto proceso de planificación y toma de decisiones, aprovechando las oportunidades y minimizando las amenazas referentes a sus actividades y brindando asimismo un plan sólido de crecimiento a largo plazo.
Como se ha visto, el análisis Pest se considera una herramienta acertada para comprender el crecimiento o declive de un mercado o de un conjunto de necesidades a satisfacer y, en consecuencia, la posición, potencial y dirección de un negocio o cualquier tipo de entidad, y es una herramienta de medición de desempeño. El Pest funciona como un marco para analizar una situación y, como el análisis Dofa (acrónimo de debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas), es de utilidad para revisar la estrategia, posición y dirección de la entidad.
El análisis de Pest promueve el pensamiento proactivo y la previsión sistémica, procurando erradicar aquel aforismo que sentencia "como vaya viniendo vamos viendo". Es la base para la formulación de políticas que inspiren autoridad, compromiso y liderazgo bien sea en entes públicos o privados.
Los países tienen la peculiaridad de contener instituciones de diversa índole; es por ello que un correcto análisis de entorno nacional o internacional, según aplique el caso, es igualmente garantía de seguridad nacional.
*Esta columna fue publicada originalmente en El Mundo.com.ve.