Las acciones de JP Morgan Chase (JPM) están teniendo un año más que positivo en el mercado, con una ganancia acumulada superior al 28% en los últimos 12 meses.
En este artículo vamos a intentar responder si lo mejor ha quedado en el pasado para los accionistas de este banco de inversión estadounidense, o si, por el contrario, sus papeles todavía ofrecen potencial de revalorización a mediano y largo plazo.
Los fundamentos del negocio
JP Morgan es uno de los principales jugadores del mercado financiero de los Estados Unidos. De hecho, algunos analistas lo consideran la institución líder en el sistema financiero global. La entidad cuenta con más de 1,4 billones de dólares en depósitos en todo el mundo. Cerca de US$400.000 millones dentro de ese monto son depósitos que no pagan intereses, lo cual representa una ventaja fundamental para la compañía en términos de su costo de acceso al capital.
JP Morgan es el principal emisor de tarjetas de crédito en los Estados Unidos, y su negocio de banca de inversión es líder de mercado en cuanto a generación de comisiones. Adicionalmente, la firma cuenta con el negocio de trading de renta fija, commodities y divisas de mayor tamaño en el mundo entero.
Esta escala masiva de negocios presenta algunas ventajas importantes en términos de costos. Además, le permite a JP Morgan ofrecer una amplia variedad de productos y servicios a cada cliente, lo cual incrementa la facturación de la compañía y los márgenes de rentabilidad.
La entidad reportó resultados récord para el cuarto trimestre de 2017. Su facturación ascendió a 25.450 millones de dólares, un crecimiento del 4,6% interanual, y superó las estimaciones de los analistas en US$300 millones. El volumen de préstamos del banco creció en un 6% frente al mismo trimestre en el año anterior.
Durante el último trimestre, JP Morgan distribuyó 6.700 millones de dólares a los accionistas, lo cual incluye 4.700 millones de dólares en recompras de acciones y un dividendo por acción de 0,56 dólares por unidad.
El equipo directivo del banco anticipa que 2018 será otro año de resultados récord para la firma, ya que el negocio va a beneficiarse de los recientes recortes de impuestos y una gradual suba en las tasas de interés en los Estados Unidos. JP Morgan pronostica que las ganancias antes de impuestos van a estar en la zona de los 47.000 millones de dólares durante 2018, un crecimiento del 17,5% frente al año 2017.
Valuación y niveles clave de precios
Técnicamente, las acciones de JP Morgan mantienen una clara tendencia alcista de largo plazo, y el activo marcó nuevos máximos históricos de precios en la zona de 119 dólares por unidad a finales de febrero de este año. En términos de posibles soportes de precios, el nivel de 105 dólares por acción está funcionando como una zona clave, sosteniendo las cotizaciones durante los últimos meses.
En caso de un quiebre por debajo de la zona de 105 por acción, el activo podría encontrar un segundo nivel de soporte en la zona de 95 dólares por unidad. Este nivel funcionó como resistencia durante julio y septiembre de 2017. Posteriormente, una vez vulnerado al alza, la resistencia pasó a funcionar como soporte de precios en noviembre del año pasado.
Alternativamente, en un escenario alcista, el primer objetivo a considerar es el de los máximos históricos de precios, en la zona cercana a 120 dólares por acción. Un quiebre por encima de ese nivel sería una señal alcista contundente, despejando el camino para ganancias de precios continuadas en el mediano plazo.
En términos de valuación, las acciones de JP Morgan cotizan a niveles de precios razonables. Los analistas de Wall Street tienen en promedio una estimación de ganancias de 9,79 dólares por unidad para el año 2019. En función de este supuesto, el activo cotiza a un ratio precio-ganancias de 11,3 veces los resultados estimados para el año que viene, lo cual no es para nada excesivo en función de la calidad del negocio.
La compañía incrementó recientemente los dividendos en un 12%, desde 0,5 hasta 0,56 trimestral por acción. Además, JP Morgan planea recomprar 19.400 millones de dólares en acciones entre julio de 2017 y julio de 2018. Incluyendo dividendos y recompras de acciones, los accionistas en este banco están recibiendo distribuciones en efectivo por cerca del 7% del valor de la compañía a lo largo de un año.
Tanto en función de las ganancias de la empresa como en relación a las distribuciones de capital en dividendos y recompras de acciones, queda claro que las acciones de JP Morgan ofrecen una valuación que puede considerarse razonable o incluso atractiva en relación a las fortalezas del negocio.
Debido al tamaño de sus operaciones, no puede esperarse de parte de JP Morgan un crecimiento explosivo de ganancias, y las acciones ofrecen niveles de volatilidad por debajo del promedio, tanto al alza como a la baja. Por tal motivo, es una alternativa relativamente conservadora y segura en comparación con otros jugadores en el sector financiero internacional.
Con todo, no es esta entidad el candidato ideal para los inversionistas en busca de ganancias rápidas a corto plazo. Sin embargo, para el inversor en busca de una alternativa sólida en el sector financiero global, con una performance financiera alentadora y con una valuación razonable en comparación con la calidad del activo, JP Morgan es una alternativa interesante a tener en cuenta.
*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.com.