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Gobierno 2.0: adiós a la era del papel
Vie, 28/02/2014 - 00:20

Alfredo Guardiola

La trascendencia de los contratos electrónicos en Chile
Alfredo Guardiola

Alfredo Guardiola es Gerente General de Paperless Chile.

La tecnología avanza a pasos agigantados. Prácticamente en cada rincón del planeta es posible encontrar personas utilizando dispositivos móviles o empresas que aplican tendencias como servicios en la nube o cloud computing, cambiando así la forma en cómo se trabaja.

Sin embargo, la revolución digital recién está empezando. Es que las personas continúan impulsado cambios en la industria, requiriendo y exigiendo servicios para su vida diaria que hagan más sencillas sus labores. Precisamente, el desafío que deberán enfrentar los países está relacionado con los gobiernos y cómo éstos se suman a la era de la innovación.

Estamos hablando del llamado Gobierno 2.0. Aquél que deja atrás la era del papel, para así emprender una iniciativa que beneficia directamente a los ciudadanos y a las empresas encargadas de producir las tecnologías. Esto significa, en términos simples, volcar todos sus servicios hacia internet, de modo que todo requerimiento por parte de los ministerios o de las personas se realice digitalmente. Desde trámites sencillos, tales como solicitar documentos personales, hasta realizar contratos de forma electrónica.

Precisamente es esta la dirección a la que van los países desarrollados y, entre ellos, nuestro país. De acuerdo a cifras de la consultora IDC, Chile ha liderado la inversión en tecnología de información durante los últimos dos años consecutivos. Inclusive, se estima que este año dicho gasto llegará a los US$7.600 millones de dólares aproximadamente. Cifra que nos posiciona como pioneros en la región y que demuestra la importancia de desarrollar este tipo de infraestructura.

Es que los beneficios para estas instituciones son múltiples. No sólo reducen significativamente los tiempos para las personas y organismos al tramitar todo tipo de documentos de manera digital, sino que también permite reducir los costos de operaciones derivados del uso del papel, su almacenamiento, transporte y, más relevante aún, su gestión, orientando esos nuevos recursos, que ya no se gastan, a otros sectores del gobierno. Beneficios que, por ende, permiten fortalecer aún más el lazo entre los ciudadanos y los gobiernos; al igual que como ocurre con las empresas -que, por ejemplo, emplean factura o contrato electrónico- con sus clientes.

Sin duda, el desafío está en implementar este tipo de tecnologías y el que cada vez más organismos se integren y aprovechen estas ventajas. De esta forma, se masificará y lograremos que nuestro país se mantenga como pionero en realizar prácticas como éstas, convirtiéndonos así en líderes de la región en sumarnos a lo digital.

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