En ciertas situaciones del entorno de la empresa, el logro de sus metas económicas puede parecer especialmente difícil sin recurrir a recursos cuya calidad ética es, al menos, cuestionable. En ese tipo de entornos suele también ocurrir que ciertos comportamientos que dan la impresión de no ser demasiado incorrectos -sólo ligeramente no éticos- ofrecen buenas posibilidades económicas. Los rigurosamente éticos, sin embargo, parecen conducir al desastre económico (surge entonces el lamentable tema de las coimas).
¿Qué es la ética empresarial? Los conflictos éticos en una empresa suelen aparecer cuando las personas que han de tomar las decisiones empresariales se encuentran con la imposibilidad de elegir acciones que satisfagan, al mismo tiempo, tanto sus criterios de racionalidad económica como sus criterios éticos.
“Los problemas éticos que pueda presentar el entorno son accidentales”. Podrán ser difíciles, desagradables y hasta sin solución algunas veces, pero la calidad ética de la empresa y sus gerentes no depende del entorno, sino de cómo reaccionan los gerentes ante su entorno. Y esa reacción dependerá de lo que esos gerentes y esa empresa quieran conseguir.
Si lo que quieren es únicamente conseguir dinero inmediato, habrá muchas ocasiones en las que los valores éticos serán un obstáculo para conseguirlo. Siendo la antes mencionada la única meta, ¿qué motivo justificaría no ir tras esta meta? El tema primordial es entonces cómo se definen las metas de la empresa. Entonces, ¿la búsqueda de maximizar lo económico no debe ser de corto plazo, sino de largo plazo?
Es evidente para nosotros que muchos países de América Latina están inmersos en una profunda crisis socioeconómica. En parte esta crisis se debe a problemas económicos y políticos que se han ido agravando con el paso de los años. Sin embargo, la crisis actual no es sólo el producto de problemas de esta naturaleza. Es el resultado de una profunda crisis de valores en las personas que manejan a todo nivel los diferentes aspectos de la vida socioeconómica de los diferentes países. Muchas de estas personas demuestran relativamente poca capacidad de integrar valores y principios morales en la toma de sus decisiones.
Por lo general, cuando los profesionales en las ciencias económicas y administrativas toman sus decisiones en el ejercicio de sus respectivas profesiones, los criterios comerciales prevalecen sobre los éticos. Se ha institucionalizado el soborno y se ha aumentado notablemente la evasión tributaria y el contrabando. En resumen, por lo general, parecería que no se notara una tradición de ética profesional entre los empresarios latinoamericanos.
La falta de ética puede ser analizada desde diversos aspectos. La percepción de la falta de ética puede ser vista como resultado del sistema institucional, pero ello le quita la carga de valoración moral al fenómeno. El tema de la ética en los negocios, en su totalidad, ha aumentado en importancia en los últimos años, y ésta involucra algunos de los puntos fundamentales de los negocios, a los que les hacemos frente en la actualidad, los cuales incluyen entre otros la confianza y la reputación, los conflictos de intereses, y el manejo de riesgos.
¿Cuál es pues uno más de los principales desafíos para el futuro?
Desarrollar estrategias para combatir la corrupción. Suena fácil pero no lo es en absoluto. Esto implica una serie de acciones coordinadas entre todas las instancias de la administración y una actitud de los individuos de seguir sus valores y no dejarse llevar por entornos corruptos. Implica darle una connotación moral al comportamiento empresarial, un cambio de paradigmas tanto a nivel privado como público.