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Huelga en el puerto de Valparaíso: competidores a la vuelta de la esquina
Jue, 10/01/2019 - 12:17

Rodolfo Vilches

Brasil, socio fundamental en el desarrollo de Chile y la región
Rodolfo Vilches

Rodolfo Vilches es socio y fundador de "Velasco, Rioseco & Asociados", y exnegociador de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales de Chile.

La huelga de los trabajadores portuarios eventuales del Terminal Pacífico Sur (TPS), en Valparaíso, dejó una estela de tensión tras 35 días de protestas y sucesivos actos de violencia que dejaron en evidencia la cada vez más urgente necesidad de establecer un cuerpo legal moderno que norme el funcionamiento de los puertos en nuestro país y que además impulse su desarrollo.

La importancia del comercio exterior para Chile es enorme e indiscutible. Esta movilización ha causado ingentes pérdidas económicas a los exportadores e importadores nacionales, empresarios turísticos de la V Región, además de dañar profundamente la imagen de Chile en el extranjero y frente a nuestros socios comerciales, y particularmente, entregando espacios a nuestros competidores en dichos mercados.

La fiabilidad del puerto de Valparaíso, otrora "puerto principal" del Pacífico, queda en entredicho, y sus competidores en el extranjero, como el Callao en Perú, sacan cuentas alegres por el bloqueo y la inestabilidad que sufren los puertos chilenos, los que en los últimos ochos años han tenido 190 días de paralización, entregando un promedio de 23 días al año en que algún puerto nacional se ha encontrado con sus funciones detenidas por movilizaciones de sus trabajadores.

Por otra parte, la gran mayoría de estas movilizaciones han sido lideradas por los trabajadores eventuales, quienes consideran que su estatus laboral es precario en relación con los trabajadores contratados. La experiencia comparada nos enseña que el régimen de contrato de eventualidad en el funcionamiento de los puertos es un fenómeno habitual, con períodos o meses del año en que determinados puertos sufren un aumento ostensible en su demanda, frente a otros períodos en que su capacidad operativa está subutilizada. Es por tal motivo que el régimen de trabajadores eventuales se repite en la mayoría de los países del mundo, incluido países desarrollados.

En agosto de 2014, fuimos testigos de una paralización similar en el puerto de San Antonio. Aquella vez fueron 22 los días de huelga y, al momento de resolverse el conflicto, se estableció la necesidad de formar una comisión amplia para diseñar propuestas que sirvieran de insumo para la nueva normativa legal que se discutiría en el Congreso. Han pasado más de cuatro años, y esta nueva movilización nos enrostra nuestra inacción en todo este período.

La legislación debiera propender a que el porcentaje de trabajadores eventuales sea menor frente al de los trabajadores contratados, evitando distorsiones como las que vive el TPS, donde el 66% de sus trabajadores son eventuales. Si a ello se suma que un innevitable desarrollo tecnológico podría implicar una reducción en el número de trabajadores, el régimen de eventualidad debiera mantener un estándar de seguridad que permita evitar situaciones como la vivida .

La aspiración por un Chile líder en el intercambio comercial del Pacífico Sur Latinoamericano no puede dejar al azar un tema tan relevante como el desarrollo de nuestros puertos y todas sus aristas involucradas. Los competidores están a la vuelta de la esquina y no dejarán pasar su oportunidad.

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