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La generación punto com
Mar, 09/08/2011 - 10:59

Oswaldo Morales

Cultura organizacional y liderazgo en empresas familiares latinoamericanas
Oswaldo Morales

Profesor del área de Administración, Universidad ESAN. PhD en Estudios Internacionales, Graduate School of Asia Pacific Studies, Universidad de Waseda (Japón). MBA ESAN (Perú), Maestría en Economía y Regulación de los Servicios Públicos, Universidad de Barcelona (España) y estudios de Maestría en Derecho Empresarial, Universidad de Lima (Perú). Es abogado además de esta última casa de estudios. Sus artículos han aparecido en revistas como Business, Anda News, Links Japan Perú, Diario El Comercio, Diario Gestión, entre otros.

“Así como la imprenta alteró la conciencia humana durante los últimos siglos, el ordenador probablemente tendrá un efecto similar sobre las conciencias durante los próximos dos siglos. Psicólogos y sociólogos ya están comenzando a observar que se está produciendo un cambio en el desarrollo cognitivo de los más jóvenes en la que se llama generación punto-com”

(Jeremy Rifkin, "La Era del Acceso. La revolución de la nueva economía")

Para los de mi generación, que estamos alrededor de los 40, aún recordamos con nostalgia nuestros inicios con las máquinas de escribir y donde la “mecanografía” se convertía en una habilidad valorada para el trabajo en una oficina.

De allí pasamos a las máquinas de escribir eléctricas y cuando menos los pensamos ya estábamos inmersos en el mundo de la computación, pasando desde programación Basic a programas como Word, Word Perfect y finalmente Windows, sistema operativo que hoy domina el mercado.

Sin embargo, ya hay una generación de hombres de negocios jóvenes que ha nacido bajo la influencia de un nuevo contexto: internet y las redes sociales. A esta se la ha llamado la generación punto com, porque ha nacido inmersa y familiarizada con los chats, los programas de entorno simulado e internet.

Cuando observamos hoy en día a los niños jugando en la casa con juegos electrónicos, programas de internet y juegos creados en ambientes simulados como el Wii, no nos deja de sorprender lo que puede hacer la tecnología, pero también nos sorprende que estos juegos electrónicos estén quitando cada vez más espacios a otras actividades que antes eran muy comunes para los niños, como practicar deportes al aire libre o simplemente jugar con sus amigos a las escondidas.

Estas actividades las practicábamos cuando éramos niños y cuando aún estos videojuegos no eran tan populares. Aún recuerdo con cariño el “pacman” que se puede encontrar en la actualidad en versiones rejuvenecidas, pero que está lejos de competir ya con la oferta actual de videojuegos.

Estas actividades y juegos de niños además de darnos momentos de alegría y esparcimiento cumplían otras finalidades que eran las de permitirnos socializar con nuestros amigos, y así conforme uno crecía en el colegio, en la universidad y después en el trabajo estas experiencias socializadoras nos permitían comprender y adaptarnos al mundo circundante como menciona Jeremy Rifkin en su obra “La Era del Acceso. La revolución de la nueva economía”.

Hoy en día los niños y los jóvenes pasan bastante de su tiempo en las computadoras también interactuando con sus amigos y relacionándose con el mundo, pero de otra forma, es decir, a distancia y en ambientes simulados donde se van perdiendo algunos elementos de socialización. En la era pasada se valoraba la competencia y la propiedad como elemento de desarrollo económico pero en la actualidad existen otros elementos que están redefiniendo los negocios.

La lógica económica tradicional está siendo reemplazada por nuevas reglas de juego donde la generación de redes de contactos y los sistemas cooperativos de trabajo está revolucionando la forma de hacer negocios pero también de relacionarse de la gente. Como todo cambio esto produce según algunos expertos beneficios para el desarrollo global general como, por ejemplo, la aparición de entornos cooperativos que permiten el desarrollo de negocios exitosos utilizando plataformas como Google y Facebook, esto reemplaza a la orientación más agresiva y competitiva tradicional de hacer negocios.

Entre los aspectos negativos hay una preocupación profunda de los especialistas sobre aspectos psicológicos y sociológicos de estos nuevos hombres de negocio jóvenes que están perdiendo su habilidad para relacionarse con el mundo real que los rodea o en palabras de Jeremy Rifkin, “pueden carecer de los profundos anclajes de la experiencia socializadora y de la masiva atención necesaria para formar una estructura de referencia coherente para comprender y adaptarse al mundo circundante”.

Estamos ante un profundo cambio en el entorno de hacer negocios producto de los avances tecnológicos y como consecuencia de ellos las personas empiezan a desarrollar nuevas competencias de adaptación y a perder otras. Este proceso de adaptación tiene efectos positivos y negativos en las personas, sobre todo afecta la forma de relacionarse con el mundo real y las otras personas en la esfera de la socialización.

Es cada vez más común el trabajo a distancia en las empresas, donde uno no necesita tener mayor interacción física con la empresa, sino que desde su casa puede trabajar conectado mediante una computadora. También vemos que están existiendo problemas para que los hombres y mujeres de negocio encuentren pareja y desarrollen una vida familiar en el esquema clásico, de allí la proliferación de empresas de match.

En opinión de los visionarios se predice el nacimiento de una brecha profunda y es la de los que están en el ciberespacio y los que no están. En este mundo cambiante las nuevas reglas de los negocios las van a poner la generación punto com, así que debemos adaptarnos para sobrevivir y seguir formando parte activa del entorno de los negocios o simplemente limitar nuestro desarrollo al esquema tradicional, cada vez más lejos de la nueva realidad.

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