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Mariguanadas
Vie, 16/01/2015 - 09:16

Pascal Beltrán del Río

Elección 2012: el qué y el cómo
Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río Martin es periodista mexicano, ha ganado dos veces el Premio Nacional de Periodismo de México en la categoría de entrevista, en las ediciones 2003 y 2007. En 1986 ingresó en la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se licenció en Periodismo y Comunicación Colectiva. De 1988 a 2003 trabajó en la revista Proceso; durante este tiempo publicó el libro Michoacán, ni un paso atrás (1993) y fue corresponsal en la ciudad de Washington, D.C. (1994-99), además de Subdirector de Información (2001-2003). Fue dos veces enviado especial en Asia Central y Medio Oriente, donde cubrió las repercusiones de los atentados terroristas de septiembre de 2001 y la invasión de Irak.

La política internacional de drogas y su enfoque prohibicionista, engendrado en 1970 con la Ley de Sustancias Controladas en Estados Unidos, están caminando rápidamente hacia lo absurdo.

El lunes 5 de enero, Excélsior informó que, de acuerdo con una investigación de la DEA, la legalización de la mariguana para fines recreativos en Colorado estaba generando un tráfico de la droga en sentido inverso a lo acostumbrado históricamente: de Estados Unidos hacia México.

Aunque no se trata aún de un contrabando masivo con fines de consumo —sino una exploración de mejores técnicas de siembra—, esta nueva realidad coloca a países tradicionalmente productores en la incómoda posición de mantener sus campañas de erradicación mientras el precio sube exponencialmente en lugares donde el consumo ha sido despenalizado o legalizado.

Un kilogramo de mariguana llevado ilegalmente a Estados Unidos desde México tiene un precio de entre US$60 y US$90, mientras que uno de alta calidad a la venta en Colorado alcanza un precio que oscila entre US$11 mil y US$14 mil.

Y quien crea que el único efecto que produce la mariguana legal, en algunos lugares de EU, es el viaje de los consumidores está equivocado.

El domingo pasado, el diario The Washington Post publicó que ante la caída de las ventas de la yerba producida en México, los traficantes mexicanos han optado por enviar grandes cantidades de heroína y metanfetaminas baratas a las calles estadunidenses.

Es obvio: la mariguana producida en ese país está desplazando rápidamente a la mexicana debido a su mayor calidad. La cantidad de cannabis incautada por agencias de procuración de justicia estadunidenses en la frontera con México ha caído 37% desde 2011.

En Colorado, el erario se ha visto beneficiado durante el primer año de vigencia de la legalización.

La oficina de recaudación de ese estado informó que, en agosto del año pasado, las ventas de mariguana para fines recreativos alcanzaron los US$34,1 millones y habían superado por primera vez las de mariguana para fines medicinales.

Los impuestos pagados por ventas de la droga (que tiene una tasa de 25%) subieron de US$3 millones en enero de 2014, a casi US$8 millones en agosto pasado, y sumaban, para ese mes, alrededor de US$45 millones.

De acuerdo con el director ejecutivo de la Organización Nacional para la Reforma Legal de la Mariguana, Allen Saint Pierre -entrevistado por nuestro corresponsal Manuel Ocaño-, los ingresos por venta de mariguana son los que han motivado en la mayoría de los casos a los estados a legalizar.

Para la representación en México de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el tráfico de mariguana que llega a nuestro país desde el norte debe generar atención internacional.

En entrevista con Excélsior, el titular de la oficina de la ONU en México contra la Droga y el Delito, Antonio Mazzitelli, afirmó: “Esto es un llamado fuerte para los Estados ahora que en 2016 habrá una revisión de las políticas de drogas por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas”. Y agregó: “Seguramente México y otros países en el mundo tienen que considerar lo que son los impactos por otros Estados en su propio territorio”.

Este miércoles, Excélsior publicó una conversación de mi compañero reportero Iván Saldaña con el embajador de México ante la ONU.

En ella, Jorge Montaño adelantó que nuestro país impulsaría una regulación internacional del uso libre de la mariguana con fines recreativos, pues la atención de los efectos generados por la despenalización y la legalización en 23 estados de la Unión Americana “requiere de mucha cooperación (…) siendo Estados Unidos nuestro vecino y con más de tres mil kilómetros de frontera”.

El embajador explicó que la acción diplomática para abordar el tema será la próxima cumbre de Naciones Unidas en materia de lucha contra la droga, el narcotráfico y el crimen organizado, que habrá de celebrarse a principios del año entrante y que ha sido promovida por México.

“Lo que nosotros estamos planteando (es) regular también el uso libre de la mariguana (en mercados legales) con fines recreativos para que no se convierta en un motivo de comercio con otros países, no sólo México, sino países de la región o fuera de la región, que podrían tener acceso a mariguana proveniente de Estados Unidos”, apuntó Montaño.

La esquizofrenia que vive el mercado de los estupefacientes en Norteamérica debe parar.

O se legaliza el consumo de la mariguana y otras drogas en todos lados o se penaliza de manera pareja. De otro modo seguiremos enfrentando consecuencias imprevisibles en materia de salud y seguridad públicas. Y éstas siempre tendrán los peores efectos en las poblaciones más desfavorecidas.

*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.

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