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Más capacitación, más retorno productivo para Chile
Mié, 13/07/2011 - 11:09

Alejandra Aranda

Los procesos de fusión y la "familia organizacional"
Alejandra Aranda

Desde 1994 se desempeña en la búsqueda de ejecutivos de primer nivel, efectuando procesos en Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Perú, siendo reconocida por The Economist Intelligence Unit como "Leading Consultant". Master of Business Administration mención en Finanzas y Bachelor of Business Administration, University of Texas, Austin (EE.UU.). Desde noviembre de 2002 es socia fundadora y gestora de Humanitas Executive Search. Fue reconocida por el diario El Mercurio (Chile) como una de las 100 mujeres líderes del 2009.

A pesar del crecimiento económico que ha tenido Chile durante los últimos años, aun persiste la necesidad de lograr un aumento en la productividad laboral. Según el ránking de competitividad mundial que elabora el International Institute For Managment Development, en conjunto con la Universidad de Chile, un trabajador chileno produce en promedio US$16 por hora, mientras que la media, de los países analizados en el estudio, es de US$31 por hora.

Es claro que la productividad -además de ser el motor para que la economía siga creciendo- es una de las principales prioridades de todo empresario, y para aumentarla se necesitan de varios factores, entre los que destaca la capacitación del capital humano.

Precisamente, la capacitación para el trabajo es lo que permite cerrar la brecha entre las habilidades y competencias que tiene un trabajador con aquellas que se buscan y valoran en el mercado. A medida que la distancia entre “lo que hay” y “lo que se busca” disminuye, aumenta la productividad de la empresa.

Hay cifras que así lo indican. Un incremento de diez horas de capacitación laboral al año por trabajador genera un incremento de la productividad de 0,6%.

Para que el plan sea eficaz es necesario reconocer las fortalezas y debilidades de los profesionales; esa información se debe cruzar con el perfil del cargo y diseñar un plan estratégico para el desarrollo profesional de la persona. La capacitación, además, debe apuntar a generar habilidades más globales y no tan aisladas, es decir, debe ir en sintonía con aquellas habilidades que necesita la empresa y también con aquellas que está demandando el mercado laboral.

Que la empresa esté dispuesta a capacitar a sus empleados no es suficiente. El trabajador tiene que tener la voluntad para aprender y estar dispuesto a cambiar su forma de trabajar. Esto implica un cambio de actitud y de la forma de pensar. No basta con que el empleado cambie su comportamiento, es necesario que entienda por qué lo está haciendo y cuáles son los beneficios que esto le traerá en su vida profesional. Así, la capacitación tendrá un buen resultado y el trabajador se sentirá satisfecho con el cambio.

La capacitación es la clave para generar un capital humano de excelencia, para desarrollar habilidades como la creatividad, la capacidad de innovar, de emprender y de adelantarse a lo que viene. Además de generar grandes cambios en lo económico, trae un enorme beneficio social para el trabajador, quien se sentirá más seguro profesionalmente y más valorado por su entorno.

A pesar que nuestra economía está bien, necesitamos aumentar la productividad y para eso necesitamos gente capacitada. En Chile, solamente el 15% de los trabajadores en Chile cuentan con acceso a cualquier forma de entrenamiento para la mejora de sus competencias laborales. Una cifra bastante baja si es que queremos lograr el verdadero desarrollo.

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