En Chile y Argentina existen más de 50 viñedos y bodegas a la venta, hecho que se pone en evidencia en los últimos meses en ambos países, según señala un informe de AndesWines.com. Pese a que hay razones diferentes tras este aumento, en Chile, por ejemplo, en todos los valles vitivinícolas han existido recientes fusiones, compras integrales o viñas que se pusieron a la venta. En un alto porcentaje, los herederos de muchas bodegas chilenas no han sido capaces de mantener las ventas, debido a la alta competitividad del negocio. Es más, muchas viñas han perdido varias hectáreas debido a remates y saneamiento de deudas que mantenían con la banca.
Tampoco han sido capaces de invertir en el proceso de comercialización y búsqueda de mercados en el extranjero, generando de esta forma un estancamiento en las ventas hacia el extranjero, teniendo que volcar sus esfuerzos en el mercado nacional.
En el caso de sectores vitivinícolas muy tradicionales, pero con bajo posicionamiento en torno a sus uvas y vinos, como es el caso del Valle del Itata, comenzó el proceso de abandono de viñedos antiguos de cepa país, debido al bajo precio de compra por parte de las grandes viñas; o en su defecto, venden sus uvas a precios muy cercanos a la pérdida, debido a baja valorización de la materia prima.
En el caso del Valle del Limari y Elqui, en Chile, la sequía está comenzando a afectar los rendimientos de viñedos de muy alta calidad, lo que ha generado que muchas viñas se pusieran a la venta, o bajaron sus rendimientos entre 20% y hasta 30%.
En Argentina, un alto número de bodegas de propiedad de extranjeros que no residen en el país comenzaron a evaluar poner en venta sus propiedades debido al sobre stock de botellas de vinos en sus bodegas; y comenzaron a vender sus uvas, en vez de embotellar.
Como es usual en este rubro en ambos países, cualquier viñatero que es contactado para consultar si está a la venta su bodega, señala que no lo está, pero si existe una oferta interesante, podría evaluarlo.
En el caso de zonas como Catamarca, Salta, San Juan, Mendoza y Río Negro, sin distinción, un alto número de inversionistas dueños de bodegas están evaluando cómo seguir adelante con sus negocios. El desafío de vender en Argentina y mantener las operaciones funcionando se hace complicado con el aumento de los costos, tanto de los insumos como de la mano de obra.