Al y Laura Ries ya nos indicaban en las 22 leyes inmutables del branding que el factor tiempo prevalece por sobre la calidad en la era digital. Porque claramente vemos hoy la necesidad de tomar decisiones vertiginosas y radicales para rediseñar los modelos de negocios. Basta con recordar al The New York Times, que estuvo a tan solo días de sucumbir y desaparecer, sino fuera por aquel colaborador tenaz y de valor heroico que llevó el papel impreso a la triple w, y sin acceso restringido a los contenidos de parte de los usuarios. En el fondo, estábamos viendo por primera vez una transformación desde percibir ingresos por ventas de diarios, a percibir ingresos por venta de banners, más específicamente por publicidad. Aquí una rápida modificación en modelo de negocios.
En la actualidad, los modelos de negocios digitales, colaborativos y con el foco puesto en la satisfacción total en el cliente, a través de una propuesta de valor que privilegia la usabilidad, accesibilidad, comodidad e inmediatez del cliente, como lo despliegan Trivago, Netflix, UBER, Amazon, Alibaba, Aliexpress y Mercado Libre, entre otros, superan a cualquier empresa tradicional en cualquier parte del mundo, realzando sus fortalezas ligadas a la web.
Chile, en ese sentido, ha perdido terreno. Hemos visto cómo en Wall Street las grandes empresas nacionales del retail están perdiendo mercado a gran velocidad. Lo que no deja de ser preocupante. Y en gran medida se debe a que ha existido lentitud en comprender la importancia que la web juega en la estrategia comercial y en el manejo de información del consumidor en gustos y preferencias para la toma de decisiones, utilizando business Intelligence, entre otras herramientas.
No es coincidencia que el presidente Sebastián Piñera señalara este jueves 30 de mayo que Chile no va a crecer como se esperaba. Todo lo contrario, será muy difícil para nuestra economía este segundo semestre, sobre todo por haber crecido tan solo un 1,6% el primer trimestre. El argumento que explica este desempeño, según nuestro presidente, es que se debe en gran medida a la guerra comercial entre China y EE.UU. Y la verdad es que, a mi modo de ver, es más que eso. Es el desconocimiento del verdadero rol que juegan las TICs e internet al interior de las empresas para una gestión proactiva y en favor de las nuevas invenciones e innovaciones.
La buena noticia es que aún estamos a tiempo para no sucumbir, en la medida que las empresas se vuelquen a modelos digitales y sintonicen con las herramientas idóneas de la web. Pero como destacamos al inicio, esto debe ser de inmediato y con rápidas decisiones, aludiendo al factor tiempo que Al y Laura nos presagiaron como ley en estos tiempos.
